A pesar de los titulares que ha protagonizado en distintos medios de comunicación las últimas semanas, la gripe de este año no es especialmente frecuente ni virulenta. De hecho, lleva años sin tener auténtico derecho a ocupar un especial protagonismo en los titulares. En concreto, desde que lo hizo en la temporada 2009-2010, cuando una nueva cepa del virus de la gripe, AH1N1, irrumpió en el mundo y en nuestro país causando, ésta vez sí, unas cifras mucho más altas de las habituales. 

Pero lo que sí ha hecho la gripe este año es adelantarse con respecto al año anterior y también a 2015, como desvelan los datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, que contabilizan los casos de la enfermedad desde la temporada 2003-2004. 

En la primera semana del año que acabamos de comenzar, se han registrado 174,53 casos de gripe por cada 100.000 habitantes. Para alcanzar esa cifra, el año pasado hubo que esperar a mediados de febrero; el año anterior se superó en la tercera semana del año. 

Evolución de los casos de gripe en los últimos tres años. Antonio Villarreal Sistema de Vigilancia de la Gripe en España.

Según explica el jefe de Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, estas fluctuaciones suceden "periódicamente" y la gripe de este año se puede calificar de "normal". "Ni hay mutación ni un riesgo de eliminación de la humanidad", bromea.

El análisis de los datos epidemiológicos no deja lugar a dudas de que el comportamiento de la gripe es impredecible. En la primera semana del año se registraron, en 2013, 32,30 casos, en 2014, 23,96, en 2015, 92,07, en 2016 31,23 y en 2017 174,53.

Pero si las cifras han empezado a subir antes de tiempo, ¿no significará esto que acabará habiendo más casos que el año pasado? La respuesta se desconoce pero, en ningún caso, se prevé una situación preocupante. Esto sucede, según Trilla, sólo cuando llega una cepa nueva, lo que suele coincidir con un adelanto de la gripe, pero sustancial, mucho mayor del observado este año. 

Es lo que pasó en la temporada 2009 -2010. En la semana 40 del 2009, cuando la actividad gripal apenas ha empezado habitualmente, se declararon ese año 98,65 casos por 100.000 habitantes. Las cifras que se ven actualmente en España se habían superado en la semana 42, del 18 al 24 de octubre.

Razones para un aumento

Según Trilla, hay varios factores que influyen en que haya más casos de gripe antes de tiempo. Uno de ellos es el frío. Cuando las temperaturas bajan, lo que ha ocurrido estas semanas en España y en algunos países europeos donde también se están registrando muchos casos, se producen condiciones fisiológicas que hacen que los virus tengan más circulación.

"Los patógenos sobreviven algo más en temperaturas más bajas", explica Trilla, que añade que este frío se suele acompañar de una menor humedad, que hace que los virus sean también capaces "de mantenerse más tiempo en el aire". "También la gente se suele quedar más en casa y se ventila menos", añade. Por último, el aire frío puede lesionar la mucosa nasal y faringea. "Ahí tenemos un mecanismo, que funciona como una especie de cepillo eléctrico que expulsa de nuestro organismo los virus y eso funciona peor", apunta el experto.

¿Se colapsan las Urgencias?

Estos aumentos y adelantamientos periódicos en las campañas de gripe se suelen acompañar de noticias alarmantes sobre el colapso de los servicios de Urgencias de los hospitales. En estas últimas semanas, se ha reflejado esta situación en Asturias, Cataluña y Castilla y León, entre otras regiones. En otros países, como Francia y Reino Unido, también ha sucedido. 

Sin embargo, Trilla no tiene claro que esto se deba atribuir a la gripe y comenta que casos similares se registran todos los inviernos. "Hay que preguntarse varias cosas antes de achacarlo a la gripe", comenta a este diario. Así, el experto cree que hay que analizar la situación antes de que el paciente acabe en esta sección de los hospitales. "¿Funciona bien la información al paciente, la atención primaria?", se pregunta.

Por otra parte, cree que este "colapso", según él mal denominado porque se sigue atendiendo a los pacientes, tiene mucho que ver con "cómo está organizado el hospital", si las cosas se hacen "con rapidez" o si hay "suficientes camas".

Por último, el médico se pregunta qué ocurre después de los picos de gripe. "Puede que todo funcione bien y que se ingrese a un señor mayor que padezca la forma grave de la enfermedad, pero ¿qué ocurre cuando hay que darle el alta pero no está capacitado para irse solo a casa? ¿y si no se le puede ingresar en una residencia?", reflexiona. Y añade: "Si esto ocurre y se queda ingresado, es una cama menos que se puede ocupar".

Trilla acaba comentando que "es posible" que el pico de la gripe de este año "sea más alto" pero que, en ningún caso, se puede saber de momento. Las estadísticas epidemiológicas darán o quitarán la razón a los más agoreros, pero nada parece indicar que nos vayamos a enfrentar a una situación extraordinaria.

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