Sólo después de que falleciera la primera víctima de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) ha considerado necesario el Ministerio de Sanidad actualizar el documento que, ya en 2011, advertía de la posibilidad de que la enfermedad llegara a nuestro país. 

El informe explica ahora qué pasó en esos cinco años desde la primera alerta -motivada por la aparición de garrapatas infectadas con el virus en la provincia de Cáceres- hasta que la enfermedad saltó a los medios de comunicación tras la muerte de Raul, el hombre de 62 años que murió tras sufrir la picadura de un artrópodo en la provincia de Ávila. 

"El hallazgo repetido del virus desde 2010 en garrapatas capturadas en una zona de Extremadura y la detección en septiembre de 2016 de un caso humano infectado tras exposición a una garrapata y un segundo caso de infección en un sanitario tras contacto estrecho con el caso anterior en Madrid, hacen pertinente la actualización de la evaluación de riesgo de esta enfermedad para nuestro país tras la realizada en 2011", se puede leer en el texto. 

Algunas cosas cambian con respecto al documento original. En éste se especifica claramente que no se puede descartar que aparezca algún caso autóctono más. En 2011, la redacción era algo más ambigua: "Dada la presencia del vector en algunas zonas del territorio español y el hecho de que haya sido detectado el virus productor de la FHCC en garrapatas, la posibilidad de infección no puede descartarse".

Otro cambio es importante y podría quizás haber cambiado el curso de los acontecimientos del pasado mes de agosto. Se trata sólo de un matiz en la redacción, pero muy significativo. Mientras que en 2011 se decía que "en aquellas zonas donde se ha detectado el virus, se debe informar a los profesionales sanitarios para que mantengan una actitud expectante ante la eventual aparición de casos humanos y se tomen las medidas de prevención y control oportunas", en la nueva versión se es más expeditivo: "Es también importante informar a los profesionales sanitarios sobre esta enfermedad de forma que pueda realizarse un diagnóstico oportuno si aparecieran casos adicionales". 

Por lo demás, los autores subrayan que "la detección de un caso humano por transmisión nosocomial pone de manifiesto la importancia de la detección precoz y la necesidad de implementar las medidas de prevención y control adecuadas en la atención de cualquier caso sospechoso de fiebre hemorrágico". 

Noticias relacionadas