Levantarse por la mañana y, lo más temprano que se pueda, colocarse frente a una lámpara fluorescente durante media hora. Una medida sin duda original para combatir la depresión que, sin embargo, según un nuevo estudio publicado en la revista Jama Psychiatry, es eficaz. 

Como recuerda el catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá, Jerónimo Saiz, no se trata de un tratamiento nuevo, sino de uno que lleva años utilizándose. La novedad del nuevo trabajo no es, por tanto, la luminoterapia en sí, sino su indicación.

Hasta ahora, su uso era generalizado en un tipo de depresión llamada estacional que es, según el experto, anecdótica en España, donde la luz natural es abundante. 

No sólo la estacional

Pero el estudio ha demostrado eficacia en un tipo de trastorno que afecta, según Saiz, hasta a una sexta parte de la población en algún momento de su vida. Se trata, además de un trabajo bien diseñado, porque compara la luminoterapia emitida por una lámpara con la luz que destila un artefacto similar: ni pacientes ni investigadores sabían qué tratamiento estaban probando. 

Además, se probó la utilidad de esta terapia en combinación con un popular antidepresivo, la fluoxetina y también en comparación con éste. El máximo provecho de las lámparas fluorescentes se veía si se administraba el fármaco al mismo tiempo; curiosamente, éste por sí solo no superaba al placebo con el que se comparó. 

El director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, Juan Antonio Madrid, que desarrolla distintos tipos de luz artificial para imitar a la natural en diferentes horarios, destaca que se trata de un tratamiento "muy eficaz" pero que hay que "tener cuidado" con el tipo de lámparas que se usan para administrarlo. 

Los puntos débiles

Este dato llama la atención de Saiz, que destaca también como punto débil del estudio el pequeño número de participantes (alrededor de 30) en cada grupo de investigación. Por último, el psiquiatra español resalta lo que dicen los propios autores, que señalan que todos los pacientes que tomaron parte en el ensayo vivían "en latitudes muy altas" donde la luz solar es un bien escaso. 

En un correo electrónico, el autor principal, Raymond Lam, indica a EL ESPAÑOL que la luminoterapia "es utilizada en España por algunos psiquiatras". Eso sí, advierte, debe de ser prescrita por un médico. Y eso que las lámparas que emiten la luz antitristeza se pueden comprar fácilmente por internet, como confirma a este diario la empresa fabricante de las utilizadas en el estudio, Carex. El precio, gastos de envió a España incluidos, asciende a 325 dólares (305 euros). 

Lam confirma que éste no ha de ser necesariamente el modelo a emplear, pero sí se han de respetar las especificaciones técnicas: la lámpara ha de tener un filtro ultravioleta y emitir luz a una potencia de 10.000 lux. 

Noticias relacionadas