En España cenamos tarde y esto no sólo da como resultado digestiones pesadas cuando deberíamos estar durmiendo. También tenemos que pensar y preparar una cena en el momento en el que acumulamos el cansancio de todo el día. Sin duda, esto nos empuja a elegir platos que se preparan en un pispás, pero que no siempre contienen los nutrientes que necesitamos para llegar al final del día.
Seguramente estés pensando en pizzas o ultraprocesados congelados, pero incluso cenar sólo una pieza de fruta y un yogur puede ser escaso. A pesar de que, tanto la fruta como el yogur natural son considerados alimentos saludables, tienen un bajo número de calorías y, por lo tanto, pocos nutrientes. Ahora bien, aunque no es la mejor cena, siempre será mejor que la comida rápida y los alimentos directamente insanos.
En este sentido, el médico Manuel Viso, especialista en Urgencias y en Hematología, ha compartido en su perfil de Instagram cuáles son las tres cenas que él nunca haría. Se trata de tres opciones que a cualquiera nos despiertan el apetito, pero que no es precisamente lo que nuestro cuerpo necesita. Todas estas opciones pueden tomarse esporádicamente y en el contexto de una dieta saludable, pero no son aptas para el día a día.
¿Cuáles son estas cenas? La primera que ha señalado Viso es "un plato de patatas fritas con carne frita". A todo el mundo le gustan las patatas fritas y, aunque sabemos que no son un alimento saludable, alguno se atreverá a decir que al menos son verduras. Si bien la patata es un vegetal, más concretamente un tubérculo, la Universidad de Harvard aconseja no considerarla como una pieza de verdura debido a sus nutrientes.
Esta universidad afirma que las patatas no cuentan como verdura porque tienen un efecto negativo en el azúcar en sangre. Es decir, debido a que tienen carbohidratos simples y poca fibra, una vez se consumen se convierten muy rápidamente en azúcares en el organismo. Pero, además, la patata es un vegetal muy poroso y cuando la freímos en aceite, lo absorben y como resultado se multiplica su contenido de calorías.
Cenas desaconsejadas
Aunque no especifica a qué tipo de carne se refiere, las frituras no son la mejor forma de cocinar nuestros alimentos. Al comprar carne, deberíamos evitar las que son procesadas y elegir aquellas que sean de mejor calidad. La segunda cena que el médico recomienda evitar es "un plato de espaguetis con tomate y queso rallado" y, aunque nos hace salivar, sus componentes son menos inocentes de lo que parecen a priori.
En primer lugar, la pasta que más nos gusta a los españoles es la blanca, la que está hecha con harinas refinadas. Por desgracia, esta es mucho menos saludable que la pasta integral. A los cereales refinados se les retira su capa más externa, el salvado, y con ella se quita una buena proporción de fibra y minerales. Al final, esta pasta se convierte también en azúcares simples a gran velocidad después de comerla.
Pero, además, tanto el tomate frito y el queso rallado que ponemos encima tampoco son los mejores elementos con los que podemos acompañarlos. Si el tomate frito lo hemos comprado en el supermercado probablemente lleve una buena cantidad de azúcar, u otros ingredientes que actúan de la misma manera, una alta proporción de sales y también de aceites menos saludables. En cuanto al queso rallado, muchos no son ni siquiera queso.
Si miramos la lista de ingredientes de muchos de los quesos rallados que encontramos en el supermercado, es posible que nos sorprenda observar que tienen una gran cantidad de mantequilla y aditivos como la sales de fundido. Y, por último, el médico explica que nunca cenaría "leche con cacao azucarado y mojar con galletas", una cena que recuerda mucho al desayuno y, aunque parece rápida, no es una buena solución.
Aunque ahora es posible encontrar en muchos supermercados cacao puro en polvo, el chocolate soluble más conocido en España siempre ha sido el que contiene azúcar. De hecho, contiene mucho azúcar: la mayoría de los envases de cacao soluble tienen cerca de un 70% de azúcar. Si, además, añadimos las galletas, esta cena está basada en azúcar, un componente termina por fomentar la obesidad y el resto de factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular.
