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Las enfermedades inflamatorias intestinales, encabezadas por la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, son un grupo de patologías de complejo tratamiento. El estilo de vida es determinante para prevenirlas, aunque también existe influencia genética. Además, el patrón alimentario es clave tanto para reducir el riesgo como para mejorar su sintomatología y pronóstico, sin olvidar los tratamientos médicos o incluso la suplementación no farmacológica.

Sobre este último punto, un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Toronto ha determinado que una conocida especia, el jengibre, posee un compuesto, la furanodienona (FDN), capaz de acoplarse a un receptor nuclear implicado en la enfermedad inflamatoria intestinal. Esto, en última instancia, lograría reducir la inflamación. Sus hallazgos se han publicado en Nature Communications.

Los investigadores realizaron análisis para identificar los componentes químicos del jengibre que se unen a los receptores asociados con la EII. Descubrieron así unafuerte interacción entre el FDN y el receptor X de pregnano (PXR). La inflamación del colon se reduciría así al activar la capacidad del receptor PXN para suprimir la producción de citocinas proinflamatorias en el organismo. .

Henry Krause, investigador principal y profesor de genética molecular en la Facultad de Medicina Temerty de la Universidad de Toronto (Canadá), recuerda que la inflamación intestinal es un problema al alza. "La cantidad de personas diagnosticadas con enfermedades inflamatorias intestinales está creciendo tanto en el mundo desarrollado como en los países en desarrollo. Esto se debe a una alimentación que se ha pasado a los ultraprocesados y es rica en grasa y azúcar".

"El jengibre es una mejor opción para tratar las EII que las terapias actuales", prosigue Krause. "Sus productos naturales derivados no suprimen el sistema inmunológico ni afectanla función hepática, evitando así importantes efectos secundarios. El FDN puede formar la base de un tratamiento más eficaz, más seguro y más económico", concluye.

"Hemos descubierto que podemosreducir la inflamación en el colon de ratones mediante administraciones orales de FDN", explica Jiabao Liu, investigador asociado del Centro Donnelly de Investigación Celular y Biomolecular en la Universidad de Toronto. "Nuestro descubrimiento del receptor nuclear diana de FDN destaca el potencial de la medicina integrativa para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal".

"Los productos naturales pueden regular los receptores nucleares con mayor precisión que los compuestos sintéticos, lo que podría dar lugar a terapias alternativas que sean rentables y ampliamente accesibles", prosigue Liu.

Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal suelen empezar a experimentar síntomas a edades tempranas, y alrededor del 25% son diagnosticados antes de los 20 años. A día de hoy no existe una cura, por lo que su tratamiento es de por vida y se centra en el control de sus síntomas. Es el caso del dolor abdominal y la diarrea, lo cual ocasiona importantes consecuencias psicológicas y económicas.

Identificar al FDN como compuesto potencial y y específico del jengibre puede ayudar a desarrollar suplementos más específicos y efectivos a largo plazo. Además, el FDN ha demostrado inducir el aumento de la producción de proteínas de unión estrecha que reparan el daño al revestimiento intestinal causado por la inflamación. En este estudio también se desmotró que los efectos de FDN están limitados al colon, lo cual evitaría efectos secundarios nocivos en otras áreas del organismo.

Los receptores nucleares actúan como sensores dentro del organismo para una amplia gama de moléculas, incluidas las que participan en el metabolismo y la inflamación. El receptor PXR desempeña un papel específico en el metabolismo de sustancias extrañas, como toxinas alimentarias y fármacos. La unión entre FDN y PXR debe regularse con cuidado: su sobreactivación puede potenciar los efectos de otros fármacos y metabolitos señalizadores en el organismo.

Por último, el FDN es una molécula relativamente pequeña que no llena completamente el espacio de unión de PXR. Esto permitiría que un compuesto adicional se una simultáneamente, aumentando la fuerza del enlace y los efectos antiinflamatorios de FDN, de forma controlada.