Un té dispuesto para ser bebido.

Un té dispuesto para ser bebido. istock

Nutrición

La bebida habitual en España que reduce el azúcar en sangre: inclúyela más en tu dieta

La ingestión de líquidos es fundamental para que nuestro organismo se mantenga hidratado. Sin embargo, no todo tienen los mismos beneficios. 

17 febrero, 2024 03:23

Es cierto que los líquidos tienen un papel fundamental en la alimentación, permitiendo que el organismo se hidrate e incluso repercutiendo en la gestión del peso corporal. Bebidas como el té tienen multitud de beneficios, sin embargo, si se recurren a marcas comerciales es más probable terminar consumiendo una bebida azucarada cuyos problemas asociados son los mismos que los de consumir refrescos de forma habitual. Por eso hay un líquido que, por encima del resto, cuenta con multitud de beneficios sin inconvenientes.

Beber agua es esencial para la salud y el bienestar general, con numerosos estudios científicos respaldando sus beneficios. El cuerpo humano, compuesto en un 60% por agua, depende de este líquido para funciones vitales como el transporte de nutrientes, la regulación térmica, la lubricación de articulaciones y mucosas, y el mantenimiento de la estructura celular. Investigadores de la Universidad de Lausanne, Suiza, han destacado la importancia del agua en estos procesos, enfatizando la necesidad de una hidratación adecuada para el correcto funcionamiento orgánico.

La deshidratación ocurre cuando la eliminación de agua a través de la orina, el sudor, el aliento y el tracto digestivo supera la ingesta. Para contrarrestar este desbalance, todos los nutricionistas, sin excepción, recomiendan consumir este líquido. En su forma más leve, puede afectar adversamente la función mental, afectando negativamente a la concentración, el estado de alerta y la memoria a corto plazo, tal y como señalan en el Journal of American College of Nutrition. La ingesta adecuada de agua, por lo tanto, es crucial para el mantenimiento de la función cognitiva, independientemente del momento del día en que se consuma.

Gestión del peso

Uno de los roles más importantes del agua es su capacidad para ayudar en la gestión del peso. Distintas investigaciones han demostrado que el consumo de agua puede aumentar el metabolismo y la sensación de saciedad, lo que contribuye a una menor ingesta calórica y, por ende, a la pérdida de peso. Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism encontró que beber 500 ml de agua aumenta el gasto energético en un 30% durante aproximadamente una hora después de la ingesta, lo que sugiere que el agua tiene un efecto termogénico en el organismo. 

Además, investigaciones adicionales han vinculado el consumo de agua con una reducción en la ingesta calórica, potenciada por el efecto saciante de este líquido, por encima del de otros líquidos como bebidas azucaradas, tal y como señalaron desde Harvard. De igual modo, el agua es crucial para mantener una hidratación adecuada, lo que es vital para casi todas las funciones del cuerpo, incluida la eficiencia del transporte de nutrientes y la eliminación de desechos. 

Reduce niveles de azúcar en sangre

Hay estudios que señalan que el consumo diario de bebidas azucaradas provoca un aumento de peso, en concreto de hasta 8 kilos al año. Estos se han centrado sobre todo en niños y adolescentes, revelando que cada lata aumenta hasta un 60% el riesgo de padecer sobrepeso. Indicando además que, si estos redujeran la ingesta de bebidas con azúcares añadidos hasta en un 82%, tendrían una pérdida de peso significativa. 

Este maravilloso aunque mundano líquido puede contribuir a reducir los niveles de azúcar en sangre indirectamente al favorecer la eliminación de exceso de glucosa a través de la orina y promoviendo una menor ingesta calórica. Al reemplazar bebidas azucaradas con agua, se evita un aporte adicional de azúcares que podrían elevar los niveles de glucosa en sangre. Además, un estado adecuado de hidratación facilita el funcionamiento óptimo del metabolismo, lo que puede ayudar a regular los niveles de azúcar. 

Incluso un estudio relevante en este contexto se publicó en la revista "Diabetes Care", donde se investigó la relación entre la ingesta de agua y el riesgo de desarrollar hiperglucemia. Los resultados sugerían que una mayor ingesta de agua estaba asociada con un riesgo reducido de desarrollar hiperglucemia, lo que sugiere un posible rol beneficioso del consumo de agua en el control del azúcar en sangre.

Salud renal

Este líquido también juega un papel crucial en el mantenimiento de la salud renal. Los riñones regulan los fluidos en el cuerpo y filtran los desechos. De ahí que una ingesta adecuada ayude a los riñones a funcionar correctamente y a prevenir la formación de cálculos renales, tal y como revela una investigación en The Clinical Journal of the American Society of Nephrology, que vincula la ingesta de agua con la protección frente a esta patología.

Incluso el consumo de agua antes de las comidas puede promover la pérdida de peso al aumentar la sensación de saciedad y, por lo tanto, reducir la ingesta de alimentos. Un estudio publicado en Obesity mostró que los participantes que bebían agua antes de las comidas perdían más peso que aquellos que no lo hacían. Este simple cambio de hábito puede ser una estrategia efectiva para aquellos que buscan perder peso. 

Por eso, la sustitución de bebidas azucaradas por agua puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. De hecho, un estudio en The American Journal of Clinical Nutrition encontró una asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Por eso, optar por agua en lugar de estas bebidas no solo ayuda a evitar el consumo excesivo de azúcar, sino que también contribuye a una mejor salud general.

Combate el estreñimiento

La importancia del agua para la digestión y la prevención del estreñimiento es otro beneficio destacado. La razón es que este líquido ayuda a disolver fibras y grasas, facilitando el buen funcionamiento del sistema digestivo. Incluso hay investigaciones que indican que la hidratación adecuada es esencial para prevenir o tratar el estreñimiento, como se destaca en estudios del "European Journal of Clinical Nutrition".

Además, el agua actúa como un lubricante natural para las articulaciones y tejidos, ayudando a mantener su flexibilidad y movilidad. Esto es especialmente importante para las personas activas o aquellas con condiciones articulares, tal y como revelan en la Arthritis Foundation, mantener una hidratación adecuada es crucial para la salud de las articulaciones.

El agua también es esencial para el equilibrio electrolítico del cuerpo, que es crucial para muchas funciones corporales, incluida la contracción muscular y la transmisión de impulsos nerviosos, evitando problemas como la fatiga muscular y calambres. Incluso potencia la homeostasis térmica, permitiendo al cuerpo ajustarse a variaciones de temperatura mediante la sudoración y la evaporación.