No es la primera vez que se alerta sobre el asunto. Desde dietistas a administraciones, las llamadas bebidas energéticas están en el punto de mira. El Ministerio de Consumo puso el foco hace unos meses en la necesidad de regular su uso, especialmente entre niños y jóvenes, principales usuarios. Según calcularon, cuatro de cada diez estudiantes de entre 14 y 18 años han tomado este tipo de bebidas en el último mes, según los resultados de la última encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), del Plan Nacional sobre Drogas.

Sus ingredientes son nocivos: además del azúcar, la principal fuente de energía de estos productos es la cafeína, una sustancia que también es el origen de muchos de sus efectos adversos, como revela el Informe sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas elaborado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Tal documento, sirvió como punto de partida para que desde el ministerio de Consumo se destacara la importancia de informar sobre el contenido de estas bebidas "que se suelen equiparar a un refresco normal". Según señalaron, los envases más habituales contienen 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros. Aunque hay formatos aún mayores, de hasta 300 y 500 mililitros, lo que sería equivalente a la ingesta de 160 miligramos de esta sustancia.

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Una mezcla que va a juego con este mundo hiperestimulado. La constante búsqueda de energía y la lucha contra la fatiga han logrado que este tipo de bebidas sean una opción aparentemente fácil para mantenerse activo. Pero, como ya han advertido por varios medios, detrás de sus atractivos envases se esconde un creciente problema de salud pública.

En ese sentido, el técnico de emergencias Miguel Assal ha publicado un vídeo en su cuenta de TikTok analizando los principales peligros de tomar estas bebidas. En la grabación, que acumula más de 710.000 visualizaciones, el experto comienza enumerando los ingredientes de este tipo de bebidas. "Cada lata contiene entre cinco y diez cucharadas de azúcar y de tres a cuatro tazas de café y para completar la bomba, taurina", expone Assal.

Tras enumerar los ingredientes, el técnico advierte que este tipo de bebidas son publicitadas como "estimulantes y energizantes y que no llevan alcohol, la típica excusa para los jóvenes" y que no debemos confundirlas con bebidas isotónicas porque "no tienen nada que ver" ya que "la taurina y la cafeína ejercen un efecto en la contractibilidad del corazón".

Aparte, el creador de contenido advierte que "los niños las ven como refrescos y las consumen sin control" y lanza un mensaje para aquellos que las utilizan: "Toma medidas ya". "Obesidad, asma, trastornos del sueño, irritabilidad, interacción con medicamentos" son algunos de los efectos del consumo de bebidas energéticas que el profesional de la salud enumera en el vídeo.

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Assal revela un uso todavía más perjudicial de estas bebidas: su consumo junto al alcohol. "Solas ya producen efectos negativos pero si además las mezclamos con alcohol, bombazo", revela el técnico de emergencias. "Por lo tanto, inaceptable en niños, de forma esporádica podría ser aceptable en adultos siempre que no se combine con alcohol y sean sensibles a la cafeína".

"Daros cuenta que no tienen ni un solo beneficio y muchos riesgos, no son para divertirse, no sirven para estudiar, ni mucho menos para hacer deporte porque además deshidratan", sentencia.