En países como Indonesia, la fruta estrella es la carambola. Y nunca mejor dicho, porque adquiere esa misma forma si se le realiza un corte transversal. Jugosa, de color amarillo claro y sabor ácido, este alimento propio de climas tropicales es 90% agua, por lo que es una buena opción para momentos del año en los que las altas temperaturas favorecen la deshidratación.

Una de las características propias de la carambola es que todo es comestible, incluida su piel, y no requiere ninguna preparación salvo la recomendada para el resto de frutas: un lavado y desinfectado previo a su consumición.

Esta fruta, desconocida para muchos, también se cultiva en España y, particularmente, en Málaga. Como explicó a Efe Iñaki Hormaza, el responsable del Departamento de Fruticultura Subtropical del IHSM La Mayora CSIC-UMA y profesor investigador de OPI, la carambola se importa de Asia y América, pero tiene una vida por cosecha muy corta por lo que se recoge verde para que llegue bien a España.

En este sentido, Málaga se ha convertido en el adalid de esta fruta exótica en el continente europeo. Su clima subtropical ofrece a este alimento una oportunidad de maduración que no alcanzaría en otras zonas. Se cultivan además diferentes variedades, lo que permite que se pueda producir desde octubre hasta marzo, comenta Hornaza.

En un principio, se introdujo en países europeos por su forma de estrella. Se utilizaba sobre todo para decorar los platos. Sin embargo, desde que se comenzó a cultivar en España, el público europeo se ha vuelto consumidor de esta fruta exótica que, además de sabrosa, resulta que aporta una gran variedad de nutrientes.

Los beneficios de la carambola

En verano es habitual recurrir a frutas como el melón o la sandía por sus beneficios y por su alto contenido en agua. La carambola puede ser una buena opción si se quiere salir de la rutina y probar una fruta exótica que también aporta grandes beneficios al organismo.

Lo que hace de este alimento un tentempié interesante es que tiene un nivel bajo en caloría y carbohidratos, a diferencia de otras frutas tropicales como el mango y la piña. Esta característica la convierte, por tanto, en una buena opción para mantener el peso corporal.

Asimismo, es una fuente muy importante de vitamina C, pues tiene más de la mitad de la ingesta diaria recomendada de este nutriente. Esto tiene como principal ventaja que sus propiedades antioxidantes ayudan a mejorar el sistema inmunológico y promueven la salud de la piel, cabello y uñas, además de que mejora la absorción del hierro y del calcio y previene el envejecimiento celular.

Esta fruta también contiene otro tipo de vitaminas, aunque en menor porcentaje. Entre ellas encontramos la B5, folato, B3, A, E, B1 y B6. También tiene cierta cantidad de minerales, aunque en mucha menor cantidad. Destacan el cobre, el potasio, el magnesio, el manganeso, el fósforo, selenio y zinc, muy favorables a la hora de reforzar músculos y huesos.

Además de los beneficios que puedan aportar su alto contenido en agua, vitaminas y minerales, es importante el porcentaje de fibra que presenta. lo que ayuda a facilitar el buen funcionamiento del tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento o enfermedades como el cáncer colorrectal.

Esta fruta exótica tiene también sus particularidades a la hora de conservarlas. Cuando se compren es importante observar su aspecto, que no estén golpeadas ni abiertas. De hecho, es recomendable no consumirlo si está blando.

La mejor manera de conservarla es en una zona refrigerada donde no esté expuesta directamente a la luz. Además, si la fruta ya está en su punto óptimo de maduración, es recomendable también no romper la cadena de frío. 

¿Pero cómo saber si ha alcanzado ese grado de maduración? El truco es observar cómo las puntas de la estrella se oscurecen y se vuelven marrones con una textura gelatinosa. Cuanto más amarillas estén las carambolas, más maduras se encuentran.

Esta fruta, de notas cítricas y textura crujiente, presenta varias formas para consumirla. Puede ser o bien cruda o como ingrediente en diversas recetas de mermeladas, en almíbar, como fruta desecada u obteniendo su jugo para elaborar un zumo como el que puede obtenerse de la naranja.

Su relación con enfermedades del riñón

Ahora bien, que su aspecto no te engañe, porque no es apto para todo el mundo. Si tienes problemas del riñón, lo mejor es que no consumas esta fruta exótica. Y es que su alto contenido en oxalato favorece la formación de cálculos renales.

La carambola puede tener un efecto neurotóxico en pacientes con enfermedad renal crónica. De hecho, se han documentado más de 100 casos de neurotoxicidad con resultados fatales. En algunos hospitales también se ha informado de que pacientes con diálisis han presentado reacciones adversas. 

El oxalato que tienen alimentos como la carambola es conocido de hecho por causar problemas renales y por tener una neurotoxina conocida como caramboxina. No obstante, más allá de casos particulares, unos riñones sanos son capaces de lidiar con compuestos como estos y no desarrollar ningún tipo de problema renal.

Noticias relacionadas