El cáncer es la segunda causa de muerte a nivel mundial y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente un 30% de los fallecimientos por esta enfermedad son prevenibles, ya que están relacionados con cinco factores de riesgo que tienen que ver con el estilo de vida: consumo insuficiente de frutas y verduras, índice de masa corporal elevado, falta de actividad física y consumo de tabaco y alcohol.

Así, en base a la evidencia científica más reciente, la Sociedad Americana Contra El Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) acaba de actualizar las pautas nutricionales y de actividad física para prevenir el cáncer.

En líneas generales, las directrices de la ACS, publicadas en la revista médica CA: A Cancer Journal for Clinicians, hacen hincapié en la necesidad de reducir el consumo de carne procesada y roja, bebidas azucaradas, alimentos procesados y alcohol, así como de aumentar la actividad física. Estas pautas preventivas se revisan periódicamente a medida que surgen nuevas pruebas científicas y son elaboradas por un comité de voluntarios compuesto por expertos de múltiples sectores. 

En esta ocasión, la guía de la ACS refleja algunas diferencias clave con respecto a la anterior:

Más actividad física

Antes: la recomendación hasta ahora era que los adultos realizaran al menos 150 minutos de actividad a intensidad moderada (caminar, bailar, andar en bicicleta) a la semana o 75 minutos a intensidad vigorosa (correr). Pero ahora la guía da un paso más.

Ahora: los adultos deben realizar entre 150-300 minutos de actividad física a intensidad moderada o 75-150 minutos de actividad física a intensidad vigorosa por semana. Lo ideal es lograr o incluso superar el límite de 300 minutos semanales.

Los niños y adolescentes deben hacer al menos una hora de actividad física a intensidad moderada o vigorosa cada día.

De esta forma, la ACS recomienda que se limiten conductas sedentarias, como permanecer acostados viendo la televisión u otras formas de ocio centradas en ver alguna pantalla. 

Alimentación sana a cualquier edad

Antes: la recomendación era llevar una dieta sana rica en alimentos vegetales que ayudasen a mantener un peso saludable. Limitar el consumo de carne procesada y carne roja. Comer al menos 2,5 tazas de vegetales y frutas al día, y priorizar los granos integrales en lugar de productos de grano refinado. Pero ahora la guía subraya la necesidad de evitar alimentos poco saludables

Ahora: seguir un patrón de alimentación saludable a todas las edades que incluye, alimentos ricos en nutrientes que ayuden a mantener un peso dentro del rango saludable, comer variedad de verduras (de color verde oscuro, rojo, naranja), así como legumbres ricas en fibra (frijoles, habas, alubias, arvejas, chícharos), comer frutas, especialmente en forma entera (natural) y priorizar los granos integrales.

Así, como ya señalamos más arriba, se deben limitar o excluir las carnes rojas y procesadas, las bebidas endulzadas con azúcar, los alimentos altamente procesados y los productos de granos refinados. Su consumo se asocia a un exceso de grasa corporal. Mientras, los alimentos ricos en fibra y los típicamente asociados a la dieta mediterránea puede que ayuden a reducir el riesgo de enfermedad.

Además, la evidencia científica señala que mantener un peso saludable y evitar engordar durante la edad adulta es un escudo protector frente algunos tipos de cánceres que se relacionan con el sobrepeso o la obesidad.

Eliminar el alcohol

Sobre el alcohol, lo mejor es no beber nada. No obstante, desde la Sociedad Americana Contra El Cáncer señalan que las personas que opten por tomarlo deben limitar su consumo y no superar una bebida alcohólica al día en el caso de las mujeres y dos en el de los hombres.

Laura Makaroff, vicepresidenta de Prevención y Detección Temprana de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, explica que esta guía refleja que los patrones dietéticos, no los alimentos específicos, son importantes para reducir el riesgo de cáncer y mejorar la salud en general.

"No hay un solo alimento o grupo de alimentos que sea adecuado para lograr una reducción significativa en el riesgo de cáncer. La evidencia científica respalda un cambio desde un enfoque centrado en nutrientes a un concepto más holístico de patrones dietéticos", apunta la vicepresidenta de Prevención y Detección Temprana de la ACS.

"Las personas comen alimentos integrales -no nutrientes - y la evidencia continúa sugiriendo que los patrones dietéticos saludables están asociados con un menor riesgo de cáncer, especialmente el cáncer colorrectal y de mama", finaliza. 

La actualización de la Guía sobre alimentación y actividad física para la prevención del cáncer de la Sociedad Americana Contra El Cáncer se basan en revisiones realizadas por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC); el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer / Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (WCRF / AICR); y los Departamentos de Agricultura y Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (USDA / HHS).

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