Desde el pasado lunes 4 de mayo, bares y restaurantes pueden ofrecer comida a domicilio con cita previa para recoger en sus locales. Son las cosas de la "nueva normalidad" de esta pandemia por Covid-19. Sin embargo, debemos tener en cuenta que pedir comida o no cocinar en casa no está reñido con comer sano.

Es clave que tanto cocineros como clientes ofrezcan y pidan platos saludables para no lamentar después esos temidos kilos que luego tanto cuesta perder, es decir, que los restaurantes mejoren su oferta, que dispongan de más variedad y sobre todo de formas de cocinado más saludables y a la vez que los consumidores escojan mejores opciones para su salud.

"No es incompatible pedir comida a domicilio con llevar una alimentación saludable. No hay una norma que diga qué está prohibido o permitido, todo depende de las elecciones que hagamos", afirma a EL ESPAÑOL Elena de la Fuente, nutricionista del Hospital Quirónsalud San José (Madrid). No es lo mismo pedir un día comida a domicilio que hacerlo de forma regular o frecuente. No pasa nada porque un día se coma, por ejemplo, comida rápida ya que es algo ocasional.

También hay que recordar, como comentaban sobre este tema desde la Sociedad Española de Obesidad (SEO-SEEDO) que comer sano y barato es posible y que comer sano y rico también. De hecho, esta organización elaboró un 'Decálogo de comida saludablepara mejorar nuestra alimentación fuera de casa.

Verduras y hortalizas

Si se va a pedir comida a domicilio de forma frecuente, es decir, si vamos a comer de menú a menudo, "lo recomendable es seguir las pautas del plato de Harvard, un método muy sencillo para que nuestra comida sea saludable", afirma de La fuente.

El plato de Harvard consiste en comer un sólo plato y dividirlo en tres partes: la mitad del plato, es decir el 50%, debe estar compuesto por verdura y/o hortalizas; un cuarto del plato (25%) debe estar representado por las proteína y el otro cuarto (25%) por los hidratos de carbono.

Según la experta en nutrición, en España normalmente los menús diarios de los restaurantes se componen de un primero, un segundo y un postre. En este caso, y siguiendo la pauta el plato de Harvard, el primer plato debe ofrecer siempre algo vegetal y el segundo las proteínas y los hidratos de carbono. Por tanto, la elección del primer plato debería ser un plato de verduras, una ensalada o ahora que empieza la época veraniega, un gazpacho o una crema fría como una vichyssoise.

Legumbres, pasta y arroz

Entre los primeros platos, además de los vegetales, nos suelen a veces ofrecer los hidratos de carbono como son la pasta o el arroz u otras opciones como las legumbres (fuente muy importante de proteína vegetal e hidratos de carbono).En estos casos, podemos decidirnos por pedir dos primeros, es decir, de primero la ensalada, las verduras o el gazpacho, y de segundo, pasta o legumbres. "Las legumbres deben escogerse mínimo dos veces por semana como fuente de proteína vegetal", afirma esta experta.

Con respecto a la pasta o los demás hidratos como el arroz, es mejor elegir una siempre una opción integral (si la hay). Es importante que en la medida de lo posible, esa pasta o ese arroz venga acompañado con una guarnición de verdura u hortalizas. "Es fundamental evitar las salsas muy grasientas como por ejemplo la salsa tipo carbonara (es cierto que la receta tradicional es con huevo, pero normalmente se suele preparar con nata y beicon)", señala.

No obstante, aunque la pasta sea blanca o refinada, es decir, no integral, es importante cocinarla siempre al dente, como se prepara en Italia, para que tenga un menor índice glucémico.

Carnes y pescados

En la opción de segundos platos, siempre encontraremos las carnes y los pescados. Es importante ofrecer más pescado (las recomendaciones de esta alimento son de tres raciones a la semana, y al menos, una de ellas debe ser de pescado azul) que carne (preferentemente blancas, las carnes rojas solo para consumo ocasional); y los métodos de cocinados, en ambos casos, deben ser sencillos: plancha, asado, estofado, al vapor, al papillote o al horno. "Es clave evitar los fritos, los rebozados y las salsas muy grasas", recomienda de La fuente.

Como postre, mejor optar siempre por fruta fresca de temporada, en lugar de elegir dulces. Y para terminar, dos aspectos claves: uno, tanto restauradores como clientes deben controlar las cantidades (no deben ser demasiado abundantes) y dos, para cocinar y sobre todo para aliñar, usar siempre aceite de oliva.

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