El cocinero Adrián Rojas reparte comida en su restaurante, reconvertido en comedor solidario, en Madrid. EFE/ Ana Márquez.

El cocinero Adrián Rojas reparte comida en su restaurante, reconvertido en comedor solidario, en Madrid. EFE/ Ana Márquez.

Nutrición COVID-19

De una vez por todas: ¿es posible contagiarse de coronavirus por la comida?

No existe evidencia de que el nuevo coronavirus se transmita a través de los alimentos, pero se recomiendan métodos de lavado y desinfección.

11 abril, 2020 02:00

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Las fuentes de contagio por coronavirus siguen siendo, a día de hoy, una incógnita que precisará múltiples investigaciones al respecto. Por el momento, tanto las guías internacionales como los protocolos en continua actualización por parte del Ministerio de Sanidad de España han ido analizando las superficies más comunes, con el objetivo de hacer hincapié en una buena desinfección y limpieza.

Madera, plástico, acero inoxidable, papel o cartón son algunas de ellas, donde el SARS-CoV-2 es capaz de sobrevivir incluso cuatro días completos, tras los cuáles el Ministerio no puede asegurar que ello implique una capacidad infectiva como tal. Existen muchos factores a tener en cuenta, entre ellos la carga viral del microorganismo, la temperatura o la humedad ambiental entre otros.

Otro punto que sigue en duda son los alimentos, y no son pocos los españoles que han planteado sus dudas en las redes sociales: el potencial riesgo de contagio que tiene el coronavirus a través de la comida. Lo que sabemos por el momento es que sería bastante bajo.

Aunque se especula que el origen de la pandemia por COVID-19 podría ser el consumo de carne de algún animal, la realidad es que aún no ha sido posible confirmar esta hipótesis. Por el momento, los virólogos y epidemiólogos lo tienen claro: el distanciamiento social y el aislamiento son las mejores armas para frenar la expansión de la pandemia.

Dos de ellos, Lee-Ann Jaykus y Ban Chapman, microbiólogos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU), han respondido a algunas dudas respecto al coronavirus y su relación con los alimentos en el portal norteamericano Futurity.

Como bien recuerdan ambos profesionales, ya conocemos algunos virus comunes que se transmiten por los alimentos, como es el caso de las hepatitis A y E, los norovirus o los astrovirus. Todos ellos suelen tener en común varias características, como la transmisión solo entre humanos tras una exposición fecal-oral, y ser muy resistentes a las técnicas de desinfección comunes.

Sin embargo, el SARS-CoV-2 no comparte dichas características. Es un virus con una estructura muy diferente, aunque cabe destacar que el conocimiento sobre este microorganismo es escueto en comparación a los otros. De hecho, se ha llegado a detectar al nuevo coronavirus en las heces de personas contagiadas, pero no se ha demostrado que pueda poseer potencial de contagio en dicho ambiente.

Por otro lado, tanto Jaykus como Chapman recuerdan que la evidencia científica disponible respecto a la seguridad alimentaria y el nuevo coronavirus es escasa. Aún así, sugieren que el SARS-CoV-2 no sería un virus transmisible por los alimentos, al menos no de la forma tradicional que lo hacen otros. Y, a pesar de que se encontrase en alimentos, sería poco probable -pero no imposible- contagiarse. Sugieren que es mucho más probable que el virus se transmita por contacto persona-persona, por las conocidas secreciones respiratorias.

Así mismo, recuerdan, existe evidencia científica respecto al SARS-CoV-1, el virus comúnmente conocido como "SARS" que ya fue problemático durante el año 2002, del cual se conoce su estabilidad ambiental, infección, eliminación, síntomas, transmisión e inactivación. Nos da algunas nociones sobre cómo controlar al nuevo coronavirus, aunque no son exactamente iguales.

Y al respecto del SARS, se sabe que se transmitía de persona a persona, tanto en caso de individuos sintomáticos como asintomáticos, como el SARS-CoV-2 actual. Por el momento, tanto los CDC como la FDA de los Estados Unidos carecen de datos sobre posible contagio alimentario, o a través de los envases de los alimentos. De hecho, incluso la European Food Safety Authority (EFSA) afirma que no hay pruebas de este tipo de transmisión. Eso no quiere decir que sea imposible, pero por el momento no se ha demostrado que pueda producirse.

De momento, como también comentan los microbiólogos, las medidas de seguridad alimentaria actuales se centran en evitar la contaminación de los alimentos a través de aerosoles o de forma táctil por parte del personal laboral que los prepara. Pero los alimentos, por sí mismos, no serían la fuente de contagio en caso de que se produjese alguna.

Los controles de seguridad alimentaria siguen siendo los de siempre: lavado de manos adecuado y frecuente, prevención de contacto con las manos desnudas sobre los alimentos, limpieza y desinfección de superficies y usar desinfectante de manos adecuado para tal fin. Ahora, además, se añade el distanciamiento social y la detección precoz y exclusión de trabajadores enfermos o potencialmente infectados.

Cómo desinfectar los alimentos 

Respecto a la forma desinfectar correctamente los alimentos antes de consumirlos, Jaykus y Chapman vuelven a hacer hincapié en que el mayor riesgo de contagio se produce al estar cerca de un individuo enfermo, o concretamente de sus secreciones respiratorias, por lo que reducir las interacciones sociales es clave. Así mismo, recuerdan la importancia del lavado de manos y su desinfección.

Pero, si se quiere lavar y desinfectar correctamente los alimentos, existen medidas sobradamente conocidas que se pueden llevar a cabo con seguridad. De hecho, recientemente  Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y divulgador, las ha repasado en su blog personal Gominolas de Petroleo:

- Medidas básicas: Evitar hablar y comer encima o cerca de alimentos manipulados; evitar toser o estornudar encima de alimentos; evitar tocarnos la cara, piel o cabello mientras se manipulan alimentos; evitar preparar alimentos para otros estando enfermos; y por último evitar probar la comida con el dedo o con cubiertos que ya hemos introducido en la boca.

- Lavado de manos y superficies: Lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos y siempre que se vayan a manipular alimentos diferentes, antes y después de dicha manipulación. También lavar los utensilios con frecuencia y limpiar y desinfectar correctamente las superficies (en este caso con lejía comercial doméstica, unos 20 ml diluidos en un litro de agua).

- Lavado y desinfección de alimentos crudos: Los alimentos crudos, como frutas, hortalizas o verduras, deben lavarse antes de ser consumidos. En este caso usando agua del grifo, incluso antes de pelar los alimentos, para evitar contaminación cruzada al usar cuchillos. Por otro lado, Lurueña también aconseja el uso de cepillos para frutas y verduras de cáscara dura. En cualquier caso, hay que secarlas con papel de cocina desechable.

Finalmente, aunque no existen estudios sobre desinfección de alimentos frente al coronavirus, se asume que los métodos convencionales serían suficiente. Para ello, la recomendación de Lurueña es el uso de lejía apta para uso alimentario (algo que debe especificarse en su etiquetado). De forma común y general, se usan unos 4.5 ml de lejía por cada tres litros de agua, se sumergen los alimentos unos cinco minutos y se aclaran posteriormente con abundante agua

Además, recuerda, sustancias como el vinagre, limón, bicarbonato o bebidas alcohólicas no son eficaces como desinfectantes. Siempre será recomendable el uso de lejía apta para uso alimentario.