Existe un componente en los alimentos que influye positivamente en la longevidad. Su presencia en distintos productos es poco conocida, como lo son también sus beneficios para la salud, que incluyen propiedades muy apreciadas en medicina como antimicrobianos, anticancerígenos y disminución del riesgo de enfermedades cardíacas, entre otros efectos. 

    Se trata de los flavonoides, un conjunto de sustancias muy diferentes unas de otras que están presentes en las plantas y se encargan de dar esos característicos tonos rojo, amarillo o naranja a las frutas y verduras que consumimos habitualmente.

    Un megaestudio publicado recientemente en Nature Communications ha analizado el efecto de estos componentes sobre la esperanza de vida. Lo ha hecho con una cohorte multitudinaria -más de 53.000 personas- de voluntarios daneses, cuyos datos ha analizado un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad Edith Cowan, en Australia. 

    Lo que ha demostrado la investigación es que las personas con un mayor consumo de flavonoides morían más tarde, por la acción protectora de estos contra la enfermedad cardiovascular y el cáncer. Además, el efecto protector se potenciaba en las personas que precisamente más riesgo tienen de padecer estas dolencias: los fumadores y los bebedores. 

    Pero, una vez difundidos los efectos positivos de estos compuestos, queda una segunda parte: saber qué alimentos son más ricos en ellos. Para saber si estamos consumiendo suficientes flavonoides, debemos observar nuestro plato: cuanto más colores tenga la comida que consumimos, mayor cantidad de flavonoides. A continuación, una lista con diferentes alimentos en las que están presentes estas sustancias. 

  • 1 de 5

    Frutas y verduras

    Son las reinas de toda dieta saludable. Desde pequeños nos enseñan que hay que comer más fruta y verdura, aunque muchos no lo hacen. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas si se aumentase el consumo mundial de estos vegetales. 

    La OMS recomienda que se consuma un mínimo de 400 gramos de frutas y verduras (excluidas patatas y otros tubérculos) con el fin de nutrirnos adecuadamente para prevenir enfermedades como las cadiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad. 

    Son muchas las que elegir y cuantos más colores mejor: manzanas (especialmente la cáscara), arándanos, brócoli, alcaparras, fresas, uvas rojas, la planta entera de la lechuga, la hoja de la albahaca, fruta del arándano agrio, las hojas del repollo y del Kale, las coles de Bruselas, espinaca, la raíz de los espárragos, hinojo, cerezas, limones, naranjas, pimientos amarillos. Todas ellas son ricas en flavonoides, el compuesto alargavidas según el estudio recién publicado. 

  • 2 de 5

    Es una de las bebidas más antiguas, y es la segunda más consumida por detrás del agua. Existen distintos tipos, según el tratamiento que se le haya dado a sus hojas. Podemos distinguir entre té verde, rojo, negro, blanco y azul (cada uno con diferentes beneficios para la salud). 

    Se trata de una de las mayores fuentes dietéticas de flavonoides en la población mundial, que contiene mayoritariamente catequinas, un tipo especial de flavonoides. Gracias a esto pueden ayudar a controlar el azúcar en sangre, calmar la ansiedad, aliviar la inflamación y reducir el colesterol.

  • 3 de 5

    Nueces

    Somos lo que comemos y cada vez estamos más concienciados de que nuestros alimentos tienen un efecto enorme en nuestro cuerpo. La naturaleza nos proporciona alimentos que pueden ayudarnos a reducir el colesterol, prevenir enfermedades o hacer que nos sintamos mejor física y mentalmente. Es el caso de las nueces. 

    La nuez es el fruto seco más saludable gracias a la equilibrada composición de sus grasas. Presenta grandes beneficios para el sistema nervioso debido a la acción antioxidante de sus flavonoides, los que les confiere propiedades antiinflamatorias, antitrombóticas, antitumorales y, por tanto, anticancerígenas.

    Además, reduce en un 30% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y, concretamente, disminuye en un 49% la posibilidad de sufrir un ictus o accidente vascular cerebral, tal y como se desprende de una investigación española que se publicó en The New England Journal of Medicine.

  • 4 de 5

    Leche de soja

    Se trata de la bebida vegetal más extendida, y con motivo. Puede emplearse como alternativa a los lácteos y es la alternativa recomendable para los individuos que por cualquier motivo no toleran la leche y sus derivados.

    Nutricionalmente es fácil de digerir, no contiene niveles altos de colesterol y tiene la mitad de grasas y calorías, la misma cantidad de vitamina B y más hierro que la leche.

    Es rica en isoflavonoides, un fitonutriente, que ha demostrado benéficas propiedades cardioprotectoras. 

  • 5 de 5

    Cacao

    El cacao puro contiene más de 50 nutrientes y componentes bioactivos como los polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que nos protegen y aportan beneficios para la salud, especialmente la cardiovascular. 

    Según el Observatorio del Cacao, pequeñas dosis diarias de chocolate puro rico en flavonoides, nos dan energía, contribuyen a mantener el peso ideal y mejoran el estado de ánimo.