Existe una creencia de que las neuronas sólo se crean durante la infancia. Pero esto no es del todo cierto. La neurogénesis es el nacimiento de nuevas células en la etapa adulta. Se pueden crear nuevas neuronas en dos zonas concretas del cerebro: el hipotálamo y el hipocampo. El hipocampo está relacionado tanto con la memoria como con el aprendizaje. Para crear más neuronas la alimentación es una herramienta clave. Una buena elección de alimentos en la dieta ayuda a aumenta la capacidad para memorizar y aprender.

Hay alimentos que pueden ayudar a la capacidad de concentración, como por ejemplo el café. Sin embargo, no existe relación directa entre la ingesta de un alimento concreto y el aumento de la memoria. Una alimentación saludable rica en frutas y verduras junto con ejercicio físico ayudan a nuestro cerebro a rendir al cien por cien. Lo que sí se ha comprobado es que la dieta rica en grasas de mala calidad, en azúcares, muy densa en calorías y pobre en nutrientes, puede afectar a nuestra capacidad de aprendizaje y de memorizar, al igual que el alcohol.

Pero ¿qué mitos y qué realidades existen en los alimentos que se suelen asociar a un “poder” para memorizar en la época de exámenes? Muchos estudiantes creen que por tomar más frutos secos o pastillas de Omega-3 serán capaces de aprobar ese examen que han dejado para el último momento. ¿Qué hay de cierto en ello?

Omega-3

Cuatro piezas de salmón con especias

Existen tres principales ácidos grasos Omega-3: el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). “Los beneficios del consumo de Omega-3 se deben a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, entre otras”, aclara Roberto Sánchez del Valle, Dietista-Nutricionista, a EL ESPAÑOL.

Debido al auge del consumo de alimentos ultraprocesados con aceites de mala calidad y muy ricos en Omega-6, existe un desequilibrio en el consumo de Omega-6 y Omega-3. “Tomamos mucho más Omega-6 que Omega-3, lo que genera un estado pro-inflamatorio. Por ello, además de reducir el consumo de estos productos, deberíamos consumir más Omega-3”, recomienda el divulgador en redes sociales.

Los pescados azules, como el salmón o el atún, son los alimentos más ricos en Omega-3. Además los frutos secos y semillas son también una gran fuente de estos ácidos. “Existen frutos secos más ricos en Omega-3 que otros. Las nueces son las que más destacan”, afirma el nutricionista. Un estudio experimental demostró que los participantes que ingerían 30 gramos de frutos secos presentaban una mejoría en las pruebas que evaluaban la memoria.  

El DHA es esencial, por lo que debe ser incorporado a la dieta. “Normalmente, los niños no suelen incluir suficiente pescado azul, que es la fuente principal de este ácido graso. Por ese motivo, se tiende a enriquecer la leche con DHA”, explica. En cualquier caso, ninguno de estos productos debe sustituir el consumo de pescado azul.

Algunos al ser conocedores de este beneficios optan por suplementos de Omega-3, pero no están en lo correcto. “La mayoría de estos complementos alimenticios son de dudosa calidad. En algunos estudios se muestra cómo los beneficios del consumo de Omega-3 proveniente de alimentos supera los de los suplementos”, comenta Sánchez del Valle. Los suplementos tienen una peor asimilación de estos ácidos grasos poliinsaturados.

Té verde

Tazas de té verde Pexels

Investigadores del Hospital Universitario de Basilea, Suiza, concluyeron en un estudio que el té verde mejora nuestras funciones cognitivas del cerebro. En concreto, la memoria de trabajo, que es la que permite el almacenamiento a corto plazo de la información.

“No obstante, hay que ser cuidadoso con estas afirmaciones, pues falta mucho por estudiar. Por otro lado, al contener un estimulante como la teína, puede mejorar la capacidad de concentración y que esto se traduzca en un mayor rendimiento a la hora de estudiar”, aclara el creador del blog NUFISA.

Arándanos

Un cuenco con arándanos Pexels

Los flavonoides son unos nutrientes que se encuentran de forma natural en alimentos de origen vegetal, entre ellos los arándanos. “Los arándanos se presentan como un buen aliado para evitar el estrés oxidativo y proteger a nuestro cerebro”, explica el Dietista-Nutricionista. Estos a parte de ser antioxidantes, al tener este componente pueden mejorar nuestra memoria espacial.

Suplementos de zinc o Vitamina A

Pastillas con fantasía Pexels

Estos suplementos no tienen la capacidad de aumentar por sí solos la capacidad para memorizar. Tanto el zinc como la Vitamina A son micronutrientes imprescindibles para el funcionamiento del cerebro, pero en su justa medida. "Con una alimentación saludable basada en materias primas obtenemos las cantidades necesarias para cubrir sus requerimientos. Por el contrario, los suplementos de vitaminas y minerales pueden llegar a ser tóxicos por rebasar las cantidades seguras de estos nutrientes que debemos consumir", concluye Sánchez. 

Tomar un día un puñado de arándanos con un té verde no va a hacer que se tenga más capacidad para memorizar. “Empezar a incluir más fruta y verdura, hacer más deporte, intentar estresarnos menos, descansar, evitar el exceso de alcohol y ultraprocesados, etc., es clave para cuidar nuestra memoria”, aconseja Sánchez del Valle. Por lo que tener más capacidad para memorizar será cuestión de constancia en mantener unos hábitos saludables a largo plazo y no de unos “súper” alimentos o suplementos.

[Más información: La clave para tener una buena memoria cuando llegues a viejo está en tu plato]

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