Las grandes lluvias están de vuelta, y vienen a aguar el puente de diciembre en España a todos aquellos que no tengan la suerte de escapar al Levante o a las afortunadas Islas Canarias. Un 'carrusel' de borrascas originadas en el Atlántico Norte depositarán entre 100 y 150 litros de lluvia por metro cuadrado en Galicia, hasta 80 litros en áreas de Cáceres y Ávila, y entre 20 y 40 litros en el resto del Oeste, Centro y Norte peninsular según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Además, se prevé viento fuerte asociado con estos frentes fríos, especialmente en las vertientes Atlántica y Cantábrica. El consuelo, sin embargo, llegaría de mano del termómetro, con un ascenso de las máximas a partir de este miércoles. Los valores alcanzarán entre 17 y 19 grados en capitales de provincia como Valencia, Tarragona, Sevilla, Murcia, Cádiz, Alicante, Almería y Huelva. En el otro plato de la balanza encontramos las mínimas nocturnas de Teruel, Burgos, Zamora y León, que pueden descender hasta 2-3 grados bajo cero.

¿Por qué sucede esto? El clima del hemisferio norte está dominado por la corriente en chorro o chorro polar, el flujo de aire que lo recorre impulsando masas de distinta temperatura y humedad. Según explica Samuel Biener, climatólogo de Meteored, la tendencia los últimos años ha sido a la 'meandrización': circula de forma cada vez más ondulante, arrastrando aire de latitudes más altas o bajas. La borrasca Filomena o los anómalos 'veranillos' de este otoño tienen que ver con esta intrusión de masas de aire con temperaturas extremas.

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La huella de esta ondulación es visible en los mapas atmosféricos que comparte Aemet, en los que se aprecia el enorme contraste entre la Península Ibérica y el resto de la Europa continental. Ahí, una gran entrada de frío de origen ártico, que normalmente se mantendría relegado al Polo Norte si la circulación del chorro polar fuera estable, desciende aprovechando precisamente uno de los 'meandros' producidos por la oscilación. Eso ha provocado récords de nieve en Moscú y temperaturas de hasta 50 grados bajo cero en Siberia

Estar bajo el brazo del chorro polar protege a España, paradójicamente, de esta nueva 'bestia del Este'. Más aún, se va a experimentar a partir del jueves un ambiente más cálido y húmedo, con temperaturas máximas rondando los 21 grados en el Mediterráneo. Las lluvias se extenderán por todo el país y esta vez sí llegarán al Levante, "aunque débiles" según Aemet, y "no se espera que lleguen al extremo sureste ni a las Baleares".

Este vuelco vendrá de mano de otro fenómeno favorecido por el chorro polar. Se trata del 'río atmosférico', un desplazamiento de "flujos de vientos húmedos y templados" originado en el Caribe que transporta a través del Atlántico "grandes cantidades de vapor de agua desde zonas tropicales y subtropicales a latitudes medias". Esto se traducirá en "lluvias abundantes" entre el jueves y el viernes, de nuevo más intensas en la vertiente Atlántica peninsular.

Además, las precipitaciones serán en forma de nieve copiosa en los Pirineos. Mientras, el aire subtropical hará que las temperaturas aumenten de forma acusada y generalizada, especialmente las mínimas. Habrá ascensos notables en capitales como Huelva y Cádiz, habrá noches hasta los 15 grados. Durante el día, Valencia y Murcia rozarán los 20-21 grados.



Para el viernes, festivo de la Inmaculada Concepción, persistirán los cielos nubosos o cubiertos y con precipitaciones prácticamente generalizadas, acompañadas de alguna tormenta ocasional. Serán menos probables en el extremo sureste peninsular, e irán cesando a lo largo del día para quedar, en general, con pocas nubes.

A partir del fin de semana, las altas presiones se instalarán sobre la Península ibérica, lo que dará lugar a un sábado y domingo más estables. Todavía podría llover en Galicia y otros puntos del extremo norte peninsular. Los valores tenderán a ascender de forma generalizada, limitando las heladas a cotas altas de Pirineos. Y Canarias quedará al margen durante todo el puente, registrando más de 20 ºC en zonas bajas y costeras, con valores puntuales por encima de 25ºC en la vertiente sur de las islas.