Entre tanta res, destaca ella, Knickers. Incapaz de camuflarse con sus casi dos metros de altura: 194 centímetros y 1.400 kilos de peso. Pese a que ostenta el título de la vaca frisona más grande de Australia y su nombre significa 'bragas', se trata en realidad de un buey, un macho castrado para carne. Sus colosales dimensiones, sin embargo, han determinado que tendrá otro destino.

'Bragas' vive en Myalup, al sur de Perth, Australia, y su propietario, el ganadero Geoff Pearson, es el primer sorprendido tanto por las dimensiones de la criatura como por su popularidad viral. "Esto está fuera de control"- le contaba al medio británico The Guardian. "Llevo recibiendo llamadas cada diez minutos desde las cuatro de la mañana".

El bovino tiene siete años, y esa es la única razón que explica su tamaño, explica Pearson. "Normalmente los vendemos a las plantas de procesamiento a los dos o tres años de edad. Los demás, probablemente, no tienen la oportunidad de alcanzar la totalidad de su potencial". No obstante, este animal es "único", subraya su dueño.

La vaca gigante se libra del matadero porque no cabe

"Podrías revisar miles y miles y miles de cabezas de ganado buscando uno de este tamaño y no lo encontrarías"- presume Pearson. Con todo, el mes pasado trató de venderlo al matadero, pero fue rechazado porque no cabía en la cadena de despiece. "Pesaría demasiado para las máquinas, se arrastraría por el suelo provocando problemas de contaminación, y los cortes de carne serían demasiado grandes".

Así que el futuro del gigantón pasa por vivir el resto de sus días rodeado en el campo por los benjamines. El récord mundial de tamaño lo ostenta una vaca italiana de más de dos metros de altura, Bellino, pero 'Bragas' se ha convertido en una celebridad local y según ha podido observar Pearson, se le está subiendo a la cabeza. "El estrellato ha cambiado su identidad un poco. Habrá que ver qué pasa". 

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