Laria en el Parque de la Vida, un área de educación medioambiental de Asturias.

Laria en el Parque de la Vida, un área de educación medioambiental de Asturias. Imagen cedida

Medio ambiente Entrevista a Luis Laria

"Lo que hacen los delfinarios es lo que hacía Hitler con los seres humanos"

5 septiembre, 2018 02:17

"Yo no estoy en contra de los zoos, estoy en contra de las parafernalias. Y de ninguna manera podemos tener cetáceos o primates en cautividad". Es el credo que Luis Laria (Parres, Asturias, 1959) recalcará repetidas veces a lo largo de la entrevista.

La semana pasada, tres miembros del colectivo animalista Vegan Strike irrumpieron en uno de los cuatro espectáculos diarios que se realizan en el delfinario de Loro Parque, en la isla de Tenerife. Laria redactó en Facebook una publicación en la que apoyaba a los activistas. ¿El motivo de su apoyo al boicot? "La inteligencia de los delfines es superior a lo que se cree".

Laria defiende a los zoos como puentes de divulgación científica. Él mismo fue coordinador del Centro del Calamar Gigante en la localidad asturiana de Luarca, hasta que el temporal que azotó el Cantábrico en 2014 destrozó sus instalaciones. Pero su cruzada personal es transmitir por qué aquellas especies especialmente inteligentes no deberían estar encerradas.

"Entiendo que si la sociedad no tiene información más precisa, es difícil que se haga eco de lo que está pasando", explica.  "Dentro de 50 años la sociedad nos va a reprochar y no va a entender la situación tan perniciosa que estamos tolerando: seres evolutivos tremendamente inteligentes en jaulas o piscinas de cristal".

La vocación de este naturalista comenzó hace 24 años a orillas de la costa cantábrica. Su encuentro con una familia monoparental de delfines mulares -madre y cría- dio un vuelco a su vida. "Fue la primera vez que los observé. Estaba probando un equipo de iluminación submarina, aunque en ese momento me dedicaba también a la hostelería. A partir de entonces, mi vida se basó en el mar".

En mayo de 1994 se inició el primero de una serie de encuentros marítimos. "Comenzó un cambio sustancial en mi vida", recuerda, "porque día tras día comencé a convivir con ellos de una forma muy singular". El asturiano convivió con Enol y Ercina, como les bautizó, durante cuatro años y medio. Esta pareja de cetáceos había decidido instalarse a cuatro kilómetros de las costas asturianas, en la Playa de los Molinos. Se trata de una zona de difícil acceso, situada a pocos kilómetros de Luarca. 

Abrumado por la inteligencia que encontró en estos mamíferos, el naturalista ha dedicado su carrera a la divulgación científica. Es responsable de CEPESMA, (Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas), así como director del Parque de la Vida en Luarca, dedicado a la promoción de la naturaleza.

El equipo de Luis Laria, en la izquierda, rescata a un delfín varado en la playa

El equipo de Luis Laria, en la izquierda, rescata a un delfín varado en la playa Imagen cedida Asturias

Laria considera que la conciencia de los delfines se encuentra tan solo un escalón por debajo de nuestra especie, al nivel de los primates. Denuncia las condiciones que sufren dentro de un delfinario. En primer lugar, por la ecolocalización que emplea esta especie: "Estar en un receptáculo enclaustrados, por grande que sea, les enloquece". La ecolocalización permite orientarse a los delfines en el medio marino mediante el uso de ondas sonoras y eco. Dependen de esta producción de sonido para navegar, comunicarse y cazar en aguas profundas.

Además, continúa Laria, los delfines son viajeros y estrechamente familiares, con nexos de unión muy estrechos. "Se imposibilita que tengan una vida medianamente normal. Tras haber convivido con ejemplares salvajes, se me cae el alma, me siento totalmente absurdo como ser humano tras situaciones como ésta".

El naturalista puso la publicación para denunciar este trato. "Es vergonzoso. Estoy en contra de todos los delfinarios del planeta". Y explica su enfoque en los entornos que él gestiona: liberar a todos los animales que caen bien. "Siempre digo que si una institución o zoo quiere hacer educación medioambiental, debe de hacerlo con aquellos animales a los que repudiamos (...) aquellas especies que la gente denosta y mata". Laria promueve que los visitantes conozcan animales como las serpientes ("se las pongo en la mano a los niños") para concienciarlos. "Es necesario tener una conexión con ellas y entender que si las matamos, le hacemos daño a la naturaleza". E insiste: "Aprovechar la imagen benévola y dulce de un delfín es un recurso economico, no educación medioambiental".

Loro Parque es una de las atracciones turísticas con más afluencia de Canarias. Más de 43 millones de personas los han visitado desde su apertura en los años 70. Su dirigente es Wolfgang Kiessling, empresario de origen alemán y una de las 200 personas más ricas de España. El día del incidente, la página de Facebook del zoo publicó este comunicado en el que agradecen a "los verdaderos amantes de la naturaleza" su apoyo tras el incidente. 

En la actualidad se discute otorgar a cetáceos y primates la figura jurídica de persona no humana. Una legislación que categoriza a ciertos animales como sujetos, y no sólo como objetos de derechos. El propio Wolfgang Kessling rechazaba la idea en este artículo de El País, afirmando que "un orangután tiene inteligencia, pero está a años luz de la humanidad. Llevo 43 años trabajando con animales, les quiero de verdad, forman parte de mi vida, pero ellos son animales y nosotros, humanos. Los zoos tienen una enorme importancia para el futuro de los animales".

Laria también creó la Red de Varamientos del Principado de Asturias, que se encarga de rescatar y cuidar a animales varados en la costa. Ahora solicita que los grandes conglomerados como Loro Parque dejen de encerrar a animales como los delfines: "No soy un radical. Hay animales que deben estar en cautividad, bien porque se han criado allí o están enfermos. Pero no podemos crear esos atroces comportamientos donde disfrutamos de la agresividad, del dolor de los demás".

Laria cree que no permitimos a estos animales inteligentes evolucionar aún más con estas actuaciones. "No darle de comer a un animal o meterle una descarga eléctrica si no obedece... Eso que hacía Hitler, nosotros lo hacemos con los animales".