"Llevaba mucho tiempo sin poner tantos soles en el mapa" - comenta Mario Picazo, meteorólogo de Eltiempo.es. Con el último fin de semana de la primavera llega finalmente el tiempo que asociamos con el verano, con cielos despejados y cálidas temperaturas diurnas. Mientras que la vertiente cantábrica y pirenaica todavía puede ver algunas gotas caer, el centro se mantendrá al límite de unos agradables 30ºC, pero en puntos de la mitad sur como Córdoba, Sevilla o Badajoz se rozarán ya los 40ºC.

El motivo del fin de la primavera húmeda ha sido la estabilización del anticiclón de las Azores, que ha vuelto a situarse sobre las islas que le dan su nombre. "Esto no lo veíamos prácticamente desde 2017" - apunta Picazo, ya que el anticlón ha estado desplazado durante varias semanas hacia el norte. Es lo que ha permitido a los países nórdicos disfrutar de unas temperaturas de récord pero que ha supuesto que los frentes borrascosos pasasen unos tras otros por España.

Con el bloqueo anticiclónico en su sitio, las masas de aire cálido suben de África en dirección norte y traen consigo el aumento de temperaturas. Este mismo viernes se alcanzarán temperaturas de 30ºC en el sur de la Península y hasta 35ºC en el Valle del Guadalquivir, mientras que todavía puede descargar algo de lluvia en el Cantábrico.

Sábado

En el Cantábrico se esperan cielos nubosos o con intervalos nubosos, con alguna precipitación en general débil, ocasional y dispersa. Serán más probables por la mañana en el extremo oriental y por la tarde en la parte occidental. Intervalos nubosos, con probabilidad de algún chubasco en Pirineos, sobre todo en su parte oriental.

Durante el día se desarrollará nubosidad de evolución diurna en la meseta Sur y, sin descartar algún chubasco aislado, en el entorno de los sistemas Central e Ibérico e interior de Mallorca. En Canarias, intervalos nubosos en el norte, con posibilidad de alguna llovizna ocasional a primeras horas en las islas de más relieve, y poco nuboso o con intervalos de nubes altas en el sur. En el resto del país se espera tiempo estable, con predominio de los cielos nubosos.

Domingo 

En la mayor parte del país se espera predominio de tiempo estable y cielos poco nubosos salvo en el extremo norte peninsular, donde se esperan algunas lluvias débiles en el litoral cantábrico por la mañana y, por la tarde, chubascos en general débiles y dispersos, más probables en el interior noreste de Cataluña. Tampoco se descarta, por la tarde, alguna lluvia débil ocasional en el norte de Canarias y algún chubasco aislado en el interior de Mallorca.

Lunes

Predominio de tiempo estable y los cielos poco nubosos en casi todo el país, con algún intervalo nuboso en el Cantábrico oriental, Pirineos, norte de Canarias y Mallorca. Temperaturas en probable aumento en el noroeste peninsular, alto y medio Ebro, meseta norte y Cordillera Cantábrica. Pocos cambios en el resto.

Semana que viene

Si bien existe algo de incertidumbre en cuanto al momento, parece que a partir de la tarde del martes o bien el miércoles es probable que una baja fría en altura al suroeste de la Península favorezca la llegada de nubosidad media y alta, y de cierta inestabilidad, a la mitad oeste peninsular y al entorno de los sistemas montañosos.

Esta situación se producirá por la llegada de una depresión en niveles altos de la atmósfera que en la actualidad está entre Canarias y el norte de África irá ascendiendo hasta situarse sobre la Península. "Este tipo de bajas son difíciles de predecir con certeza, pero parece que entonces a partir del miércoles se podrá hablar de nubosidad, refrescará y aumentarán las precipitaciones", comenta la portavoz adjunta de la AEMET Delia Gutiérrez.

De ese modo, la AEMET ve probable que se produzcan chubascos que estarán ocasionalmente acompañados de tormenta en puntos de Galicia, Extremadura, meseta norte y zonas de montaña. En el área mediterránea y Canarias, en cambio, se espera tiempo estable, con predominio de los cielos poco nubosos, aunque con intervalos nubosos en el norte de Canarias.

A partir del jueves o del viernes aumenta la incertidumbre de forma apreciable sobre la posición de la baja. Aunque en menor grado, se mantiene cierta probabilidad de precipitaciones, que podrían acompañarse de tormenta, en puntos dispersos del interior peninsular, siendo difícil precisar su carácter y distribución.

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