Filipinas tiene más de cien millones de habitantes. Un 70% no tiene cuenta bancaria. Alrededor del 80% tiene un teléfono móvil. En Indonesia viven 250 millones de personas, un 60% no tiene cuenta bancaria pero es el tercer país del mundo en usuarios de Facebook.

"La razón por la que nos fuimos al Sudeste asiático es por eso", dice a EL ESPAÑOL David Moreno, matemático de formación y CEO de Coowry, una start-up madrileña que ha creado el modo de enviar pagos de móvil a móvil sin comisiones y sin pasar por una cuenta de banco.

En cierto sentido, es como volver al trueque, las ganancias y deducciones, en su mayoría menores a 10 euros, van al saldo de la cuenta de teléfono. Si una persona le paga 20 euros a otra, son 20 euros menos que la operadora telefónica le pasará a final de mes. Coowry, que proporciona la plataforma, sigue en el fondo un modelo similar al de VISA, sólo que con el crédito de las operadoras y no el de los bancos.

Las economías emergentes son, por tanto, el objetivo. "Son poblaciones jóvenes -en Indonesia la mitad de la población tiene menos de 30 años- con un consumo digital fuerte y sin mucha bancarización", explica Moreno. "Sudeste asiático, Latinoamérica o África son zonas muy fuertes para nosotros".

Y también España, donde están en negociaciones con las operadoras para debutar en las próximas semanas.

Pasando de las criptomonedas

El futuro del dinero y su evolución tecnológica es un tema candente de debate donde se mezclan la seguridad, la imposibilidad de falsificar o cómo afectaría la llegada de una nueva moneda digital al precio de las divisas.

Ante esto, Moreno optó por una aproximación conceptual y tecnológicamente sencilla. "El mundo digital va de pagos pequeños, va de comprar una aplicación por un euro, o un juego por 50 céntimos", explica, "el problema con estos pagos es que las comisiones son altísimas, por eso no funcionan".

Tecnológicamente, con los pagos pequeños, nada ha conseguido superar al efectivo, pero como dice el CEO de Coowry, "si no estás aquí, ya no te lo puedo dar". ¿Y qué es

lo más parecido al efectivo a nivel de disponibilidad, credibilidad o universalidad? "El saldo telefónico: todos lo tienen, todos lo consumen a diario, tiene credibilidad, puedes hacer transacciones sin comisiones... es el nuevo efectivo".

En efecto, incluso en España y sus 50 millones de líneas móviles, una operadora pequeña de telecomunicaciones puede llegar a más clientes que un banco. Además, ingeniosamente, el invento de Moreno se ahorra el proceso de que dos personas tengan que tener la aplicación descargada o introducir la tarjeta de crédito.

El matemático saca su móvil y abre Telegram, aplicación de mensajería. "Voy a mandarle 30 céntimos a un amigo". Escoge uno al azar, teclea SEND e introduce su número de teléfono como todo signo de identidad. Le llega un SMS con un código, 4197. Lo introduce y manda el mensaje. En este momento, su contacto acaba de recibir otro mensaje que le informa que ya es 30 céntimos más rico. "Se va a quedar alucinado cuando lo vea", murmura.

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