Las claves
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El nombre de Laurent Simons ha aparecido en los medios de comunicación de Bélgica y del mundo tras haberse doctorado en Física cuántica por la Universidad de Antwerp la semana pasada. Pero, ¿por qué es tan importante? Simons sólo cuenta con 15 años de edad.
Este niño prodigio belga ha conseguido el título tras defender su tesis el pasado lunes y ya tiene claro qué quiere hacer con él. "Después de esto, voy a trabajar por conseguir mi objetivo: crear 'súper humanos'", ha proclamado el pequeño científico.
No, no se trata de un alegato propio de un villano de ciencia-ficción. Simons se refiere a que quiere trabajar en "alargar la esperanza de vida" de las personas. De hecho, The Brussels Times asegura que el niño ha rechazado ofertas de trabajo en grandes tecnológicas.
"Sus padres, Alexander y Lydia, han tomado de manera constante un abordaje cauto, rechazando ofertas de gigantes de la tecnología en Estados Unidos y en China", asegura el periódico. El niño y su familia quieren orientar su talento a beneficiar al mundo de la salud.
Según el periódico belga, Simons es el doctor más joven que ha habido en el país. Pero para pulverizar este récord, previamente tuvo que lograr otros. Con 12 años, el niño prodigio ya había completado su educación universitaria en Física en la Universidad de Antwerp.
Consiguió terminar el programa, diseñado para durar tres años, en tan sólo 18 meses. Los científicos no le han perdido de vista en todos estos años y es que en el momento de su graduación, en 2022, ya apareció en varios medios de comunicación.
Terminó el instituto con tan sólo ocho años y ya en ese momento estaba recibiendo ofertas de trabajo de compañías importantes y donaciones para que continuase su trayectoria. Sin embargo, el niño parece tener muy claro lo que quiere hacer con su don.
"La prioridad de sus padres ha sido asegurarse de que la investigación de Laurent beneficie a la Medicina, un objetivo que se alinea perfectamente con las ambiciones del propio niño", asegura este periódico de Bélgica. Y añade que fijó su objetivo con sólo 12 años.
Simons quiere conseguir la inmortalidad de los humanos "en el sentido biológico realista", completa el periódico. Y, para ello, combina estudios de Física, Química, Medicina e, incluso, Inteligencia Artificial desde hace años participando en programas científicos.
Con nueve años, el niño participó en un programa sobre Ingeniería eléctrica en la Universidad de Tecnología de Eindhoven, una trayectoria que ha dejado debido a estar en desacuerdo sobre el momento de su graduación. Entonces, cambió a Física en Antwerp.
"Desde entonces, su curiosidad sólo ha crecido. Ha completado unas prácticas en Óptica cuántica en el Instituto Max Planck de Alemania, donde empezó a explorar cómo la Física puede conectarse con la Medicina", señala el periódico.
Su investigación de máster profundiza en la analogía entre los estados de los bosones y los agujeros negros, estudiando condesados de Bose-Einstein a temperaturas ultra frías. Y, por supuesto, ahora que ha conseguido su doctorado, no va a detenerse ahí.
"Inmediatamente después de su defensa del doctorado, ha vuelto a Munich con su padre donde ya participa en un segundo programa doctoral en ciencia médica con un enfoque en inteligencia artificial", asegura The Brussels Times.
