Las claves
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No era el objetivo, pero uno de los temas más comentados de la comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado este jueves ha sido la presentación de su nuevo look. El presidente del Gobierno ha lucido unas llamativas y exclusivas gafas nuevas.
Grandes, con el marco de carey y las patillas metálicas, recuerdan a la estética ochentera. Poco después de su presentación al mundo, los medios han aireado que se trata de un modelo de la marca Dior que debe tener un precio cercano a los 300 euros.
Precisamente, algunos usuarios de redes sociales han afeado a Sánchez el hecho de llevar unas gafas de lujo a una sesión que tenía por objetivo preguntar sobre posibles sobresueldos en el PSOE y las investigaciones judiciales a personas de su núcleo cercano.
Las teorías sobre por qué Sánchez ha elegido esas gafas y esa cita, concretamente, para ponérselas no han tardado en emerger. La psicóloga Lara Ferreiro adelanta que todas estas decisiones estéticas están "muy pensadas" en el mundo de la política.
"El presidente nos ha dado un momento visual novedoso en un contexto complicado. Sin duda, una forma de que se hable de esto en vez de otras cosas", asegura la autora de ¡Ni un capullo más! El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta.
Ferreiro recuerda que los mandatarios del siglo XXI ya no solo mandan, sino que también tienen que seducir. "Mucha gente piensa que Pedro Sánchez es muy guapo sólo por ser presidente. Es el síndrome de la Moncloa, una variante de la erótica que da el poder", dice.
Los políticos pueden jugar con varios tipos de prenda, pero ¿qué sucede cuando añaden unas gafas? "Es muy interesante pensar que, mientras Feijóo se las ha quitado, Pedro Sánchez ahora se las ha puesto. Vemos un juego de intenciones diferentes", explica.
Una nueva fase
Las gafas, comenta esta experta, son el accesorio que en el imaginario colectivo asociamos a la intelectualidad. "Te hacen parecer más culto, preparado o confiable. Expresan seriedad, rigor, la montura de carey nos habla de una autoridad discreta", dice Ferreiro.
Son el accesorio de un académico o un tecnócrata, según añade la psicóloga. En este sentido, Ferreiro piensa que Sánchez ha podido elegir esta sesión para representar una transición en su rol como político. Que nos acostumbremos ahora a verle con gafas.
"Son unas gafas icónicas, creo que marcan una transición a un nuevo rol más reflexivo. Esta ha podido ser una ceremonia de paso a representar una figura institucional más madura. Le dan el efecto de líder que piensa, que razona y no vocifera", analiza.
La experta, sin embargo, también sostiene que las gafas cuentan con otras connotaciones que merece la pena tener en cuenta. "Muchos personajes públicos usan las gafas como barrera defensiva. Piensa en la directora editorial global de Vogue, Anna Wintour".
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Ferreiro también se refiere a las lentes como "un cortafuegos informativo" porque cubren "microexpresiones faciales". Y dice que le ayudan a reforzar su discurso: "Hay gente a la que le alivia tocar las gafas cuando está nervioso".
También que "quitarte y ponerte las gafas en momentos críticos del discurso te ayuda a controlar en mayor medida el ritmo del debate", sostiene Ferreiro. "Refinar su escenografía de político es un acto de control en sí mismo, quiere controlar cómo se percibe su discurso".
Por último, la psicóloga también pide tener en cuenta que es posible que Pedro Sánchez haya sufrido un aumento en sus dioptrías. "Igual es verdad que no ve de cerca. En ese caso, hay una humanización detrás de las gafas. ¿Quién usa gafas más a menudo?".
"La población envejecida", se responde a sí misma. "El poder envejece, las gafas pueden asociarse a una persona más mayor, podría ser un símbolo de desgaste". De hecho, cuando Feijóo se quitó las gafas se asoció a una voluntad de mostrarse más juvenil.
Ferreiro, por tanto, sostiene que Sánchez podría haber estrenado una nueva fase en la que mostrarse más intelectual y reflexivo. El hecho de que las gafas sean de Dior no es baladí y es que sostiene que los líderes tienden a buscar un símbolo de autoridad y sofisticación.
