Las claves
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Basta un rápido vistazo al perfil de Instagram del periodista Carlos Herrera para saber que es todo un foodie. La buena comida y el vino tienen un peso especial en los momentos que este locutor comparte con sus seguidores, además de sus excursiones.
Herrera parece mantener un buen equilibrio entre el disfrute de la comida y los amigos con un estilo de vida activo con caminatas por la naturaleza. Y una buena prueba de ello es el buen aspecto físico que luce a sus 68 años recién cumplidos.
En cualquier caso, el periodista ha compartido en Cope que también él atraviesa momentos en el año en los que es especialmente complicado mantener ese equilibrio. Para compensar esos momentos, Herrera cuenta con un plan de acción muy eficaz.
"Cuando no me abrocha el botón del pantalón, me cabreo mucho conmigo mismo", explicó en la cadena de radio. "Con el peso yo me castigo a no caer en la tentación de comprarme una talla mayor, porque si lo haces seguirás expandiéndote".
"La tentación de comprarse una talla más es el principio del fin", añade. Al producirse la señal de alarma, Herrera no acepta la subida de peso y es entonces cuando debe poner en marcha su plan y renuncia por algún tiempo del estilo de vida disfrutón.
La Navidad es para Herrera, como para el resto de españoles, un momento clave del año en el que cae en los excesos y luego debe compensar. Y, por supuesto, el verano también es una época peligrosa, queremos llegar delgados y salir de él de igual manera.
Sostiene que la llamada operación bikini es un mito: "En junio no puedes ponerte perfecto para julio con ocho kilos de más". Y, en este sentido, su hijo Alberto ha llegado a decir que su padre "aboga por comer sano siempre y no hacer dietas extremas cuando llega el calor".
Su 'Ramadán' personal
Por esta razón, más que la entrada en el verano, lo que le preocupa a este periodista es la salida, que justo coincide con una fecha especial para él. Una fecha en la que sabe que seguirá cometiendo algunos excesos y, por eso, debe llegar bien.
"El problema está al final del verano. A finales de agosto empieza la feria de Almería… y si voy, no entro en los pantalones", bromea. Por eso, prefiere quedarse en Madrid donde se somete a "la terapia más dura que existe", una dieta de diez días.
Pero, ¿qué hace en esos días Carlos Herrera? El locutor ha explicado que cuando nota que ha aumentado de talla activa lo que conoce como su "Ramadán personal". Consiste en dos semanas en las que están prohibidos el alcohol, el pan y los dulces.
Pero ahí no queda la cosa. También sustituye toda la carne por pescado y evita el arroz, la pasta y la patata. "Con eso y con un poco de ejercicio, las dimensiones vuelven a su ser", asegura Carlos Herrera con el buen humor que le caracteriza.
Desde su propia experiencia, el periodista cuenta que "el ejercicio sin la dieta no sirve de nada, y la dieta sin el ejercicio tampoco". Su estilo de vida saludable combina caminatas, ejercicios suaves y una alimentación cuidada.
Lo cierto es que, aunque los nutricionistas desaconsejan hacer dietas relámpago, el Ramadán personal de Herrera es, en realidad, una alimentación saludable. Nada de carbohidratos refinados, alcohol o exceso de azúcar.
El pescado tiene un mejor perfil en la prevención de enfermedades cardiovasculares y el ejercicio completa los beneficios de este programa. Lo que para Herrera es una dieta temporal, en realidad es una dieta que podría ser muy beneficiosa en el día a día.
Pero lo más importante es encontrar una alimentación saludable que nos veamos capaces de mantener, por eso, el locutor hace bien al no prescindir de los alimentos que le hacen feliz sin perder de vista la necesidad de tener que mantener un equilibrio.
