I. Sánchez
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La infertilidad afecta, aproximadamente, al 17,5% de la población adulta a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud. Esto representa una persona de cada seis en el mundo, por lo que el organismo ha calificado el problema como "un importante reto sanitario a escala mundial".

Está causada por la disfunción o la ausencia de una de las dos células sexuales (gametos), que son el ovocito (óvulo) y el espermatozoide. Aunque existen métodos, como la fecundación in vitro, para ayudar a quienes la sufren, a veces no son suficientes.

Ante este problema, hay numerosos equipos de investigación en todo el planeta que buscan una solución. Uno de ellos ha abierto una ventana de esperanza al haber conseguido emplear células de la piel humanas para fabricar óvulos fecundables. Los resultados se han publicado esta tarde en la revista Nature Communications.

Gracias a este proceso, se crearon 82 ovocitos funcionales, que se fecundaron con espermatozoides en el laboratorio. A los seis días, al final del estudio, había sobrevivido el 9% de ellos, aproximadamente. Llegaron a convertirse en blastocistos, la etapa previa a la implantación en el útero.

Rocío Núñez, coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad, cree que este estudio demuestra que la reprogramación celular podría ser "una vía posible" para tratar la infertilidad, como ha dicho en declaraciones a Science Media Center (SMC) España.

Roger Sturmey, profesor de medicina reproductiva en la Universidad de Hull (Inglaterra), también se ha mostrado optimista en sus declaraciones a SMC Reino Unido: "ofrece una nueva comprensión de estos intrincados procesos moleculares".

El equipo internacional, integrado por investigadores de universidades de Estados Unidos, Corea del Sur y China, ha probado un procedimiento llamado transferencia nuclear de células somáticas.

En este proceso, el núcleo de estas células, extraídas del propio paciente, se traspasa al óvulo donado, lo que permite que se convierta en un ovocito funcional.

Exceso de cromosomas

Un problema al que se han tenido que enfrentar estos científicos es el exceso de cromosomas. Los gametos estándar tienen 23 cromosomas, la mitad del número habitual. Sin embargo, las células generadas mediante esta transferencia tenían 46, dos juegos de cromosomas.

Esto provocaría que, en fases más avanzadas, se acabara produciendo un cigoto con un juego adicional de cromosomas. Para evitarlo, los investigadores han desarrollado y probado un método llamado mitomeiosis, que imita la división celular natural y descarta un juego de cromosomas, dejando un gameto funcional. De momento, esta prueba solo se ha hecho en ratones, no en células humanas.

Los autores han señalado tanto el corto progreso de los ovocitos fecundados como la presencia de anomalías cromosómicas en los blastocistos como limitaciones en su estudio. Otro aspecto que han mencionado es la imposibilidad de distinguir entre la detención del desarrollo debido a anomalías cromosómicas y la reprogramación epigenética incompleta de los cromosomas somáticos.

Todos los embriones analizados en el estudio tenían desequilibrios en este sentido, por lo que es difícil asociar la muerte de los ovocitos con un motivo u otro, indica Núñez, de la Sociedad Española de Fertilidad. "La modesta tasa de desarrollo hasta blastocisto puede reflejar la influencia de ambos factores".

Ying Cheong, profesor de Medicina Reproductiva en la Universidad de Southampton, cree que, aunque todavía queda mucho por investigar, puede ser algo revolucionario. "Podría transformar nuestra comprensión de la infertilidad, del aborto espontáneo y, quizás, abrir la puerta a la creación de células similares a óvulos o espermatozoides para quienes no tienen otras opciones".

Sin embargo, queda mucho para eso, dentro y fuera del laboratorio. Núñez recuerda que hay importantes consideraciones éticas respecto a esta temática. El Comité de Ética de la Sociedad Americana de Reproducción ya se pronunció hace unos años con varios argumentos éticos contra el método de la transferencia nuclear de células somáticas para la infertilidad.

Entre sus preocupaciones destacaban la seguridad y los posibles efectos secundarios que pudiera tener en los niños nacidos de esta manera, pero también en las familias y en la sociedad. Sin olvidar "la existencia de otros métodos de reproducción asistida que son éticamente aceptables", resalta Núñez.