Lolita Flores, artista incombustible y referente para varias generaciones, ha aprendido a cuidar su cuerpo y su salud con una rutina que aúna disciplina, actitud positiva y pequeños placeres diarios.
A sus cerca de 70 años, la cantante y actriz madrileña sigue sorprendiendo por su energía y por una figura que muchos consideran envidiable.
Pero Lolita desmitifica los secretos: "Me gusta cuidarme, aunque no vivo pendiente de la báscula". Así vive y se cuida Lolita, con costumbres sencillas que cualquiera puede aplicar.
La mañana de la hija de Lola Flores comienza temprano, normalmente a primera hora para aprovechar el día.
Aunque su agenda es intensa y la vida entre escenarios supone desajustes, mantiene el hábito de desayunar bien y con consciencia.
"Ahora no como carnes, ni lácteos, sino leche vegetal, pollo, pavo, huevo...", cuenta la también colaboradora de televisión, remarcando que su primer comida nunca es pesada, pero sí nutritiva.
Lolita apuesta por los alimentos frescos, las frutas y el pan integral. Suele acompañar el desayuno con alguna proteína magra, evitando los embutidos y nunca recurriendo a bollería industrial.
"He aumentado el número de frutas y verduras en mi día a día", reveló, tras experimentar una notable pérdida de peso y sentirse con más energía.
A diferencia de lo que muchos puedan pensar, Lolita no sigue una rutina deportiva estricta, aunque su vida profesional misma le obliga a estar activa y moverse mucho.
Admite que la genética le ayuda, pero su entrenador personal ha señalado la importancia de fortalecer las piernas y el abdomen para mantener la movilidad y prevenir dolores.
"Hay que fortalecer los huesos y músculos, sobre todo abdomen, entonces la espalda duele menos", explicó su entrenador personal, Miguel.
Lolita incluye ejercicios básicos: "Sentadillas, levantarse de puntillas y zancadas son los mejor para tonificar las piernas". Además, prioriza caminar a diario, bailar y, cuando puede, ponerse en manos de profesionales para recibir masajes y rutinas personalizadas.
La cantante ha decidido eliminar de su dieta habitual carnes rojas como ternera y cerdo, así como los lácteos convencionales.
"Lo que no hago es comer carne de ternera ni de cerdo", afirma. Prefiere leche vegetal y proteínas más ligeras.
También evita el marisco y el paté por cuestiones de colesterol. "Evito el paté porque me sube el colesterol por mi temperamento, pero gracias a Dios me acabo de hacer las pruebas y estoy sana", cuenta con humor.
Lolita es defensora de las cenas ligeras y sin hidratos de carbono en exceso, suprimir fritos y priorizar el aceite de oliva.
No aplica dietas milagro, sino modificar hábitos poco a poco. "Reduje la ingesta de hidratos de carbono", comenta, satisfechísima por los resultados.
La rutina de Lolita
"Lo que de verdad me preocupa es tener salud, suelo hacerme pruebas cada cierto tiempo, y ver que todo está bien: el azúcar, los triglicéridos, el colesterol... Lo que de verdad tengo que conseguir es dejar de fumar", reconoce la artista, muy sincera.
Su actitud inspira: equilibrio, naturaleza y honestidad. "He llegado a una edad en la que me cuido más", remata.
Una rutina humana, real y compartida que le permite vivir con plenitud y sumar años con alegría y vitalidad.
