J. Rodríguez
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Cuando Mario Casas quiso habitar la piel de Francisco Boix en la película El fotógrafo de Mauthausen, lo hizo de una manera muy literal. Siguiendo la estela de actores, como Christian Bale o Matthew McConaughey, llevó su peso por debajo del límite de lo sano.

El actor adelgazó hasta 22 kilos en tan sólo cuatro meses. Ahora bien, antes de ponerse a ello, había engordado 10 kilos para otra película, Bajo la piel de lobo. El actor explicó en El Hormiguero que la mejor experiencia la había tenido engordando.

En Bajo la piel de lobo, Casas interpretaba a un cazador, fuerte y asalvajado. Para ello alcanzó los 90 kilos de peso, midiendo 1,80 metros. En El fotógrafo de Mauthausen, debía interpretar a un habitante de un campo de concentración nazi desnutrido.

La primera película se estrenó en 2017 y la segunda, en 2018. Es decir, que Casas llevó a su cuerpo de un extremo a otro en cosa de un año. Tiene un buen recuerdo de las semanas en las que se preparó para ganar 10 kilos, comiendo y sin hacer deporte.

Un rodaje terminó y a los pocos meses empezó el otro. Casas empezó a prepararse para El fotógrafo de Mauthausen dos meses antes de empezar el rodaje, pero siguió adelgazando en los siguientes dos meses hasta perder esos 22 kilos en total.

Pero, ¿qué hizo el actor para lograr la apariencia demacrada con la que sale en la película? "Pasar muchísima hambre, no comer casi y verte en el espejo tísico", explicó a la cadena SER. "Mi doctora me dijo que parara, que ya no podía seguir bajando. Pero decidí seguir".

Recuerda que tuvo que encerrarse en casa porque ver a gente comer se le hacía muy difícil y, por eso, sentía que la sociedad le excluía: "No podía salir ni a tomarme una copa". Casas se jugó su salud a partir de bajar de los 70 kilos de peso.

Contó en El Hormiguero que durante aquellos cuatro meses de pérdida de peso sólo comía brócoli con claras de huevo por la mañana, piña a media mañana y después pescado, otra vez piña a media tarde y, si podía, por la noche no cenaba.

Ahora bien, uno de los componentes fundamentales de aquella peligrosa dieta fueron los chicles sin azúcar. "También comía paquetes y paquetes de chicles sin azúcar", pero ¿por qué? Porque sus edulcorantes pueden llegar a tener un efecto laxante.

Dietas extremas

"Al final, adelgazas porque te deshidratas", añade. Por suerte, llegó un momento en todo este proceso en el que el propio Mario Casas se dio cuenta de que debía parar y tuvo lugar debido a un efecto psicológico de estas dietas extremas.

"Llega un momento en el que te miras en el espejo y te ves igual que hace dos meses, cuando pesabas ocho kilos más. Ahí es cuando decidí que no podía seguir perdiendo peso", explica Casas. El actor fue víctima del efecto de las dietas en la salud mental.

Casas explica que esta pérdida de peso también le afectó al carácter, se sentía enfadado con más frecuencia y, si bien era una sensación muy desagradable, dice que le ayudó a volcar en la pantalla algunas de las emociones complicadas del personaje.

Las dietas restrictivas para perder tanto peso en tan poco tiempo no son, huelga decirlo, para nada recomendables. Alteran el estado de ánimo, psicológico y cognitivo, pero también ponen en riesgo de enfermedades por desnutrición y malnutrición.

Sí queremos perder peso por una cuestión de salud lo más efectivo es ir poco a poco, por mucho peso que tengamos en el presente. La manera más saludable y que permite mantener el cambio físico durante toda la vida es generar hábitos saludables.

Y, por supuesto, cuando nos proponemos perder kilos por salud es importante contar con un especialista a nuestro lado y seguir sus indicaciones.