El Sol ha emitido una fuerte llamarada solar que se ha fusionado con otra menos intensa pero que podría provocar una tormenta geomagnética este martes 8 de agosto, según el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA (Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos). El nuevo modelo de la NOAA muestra las dos eyecciones de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) saliendo del sol el 5 de agosto y luego fusionándose para formar una única 'CME caníbal'.

"Las CME caníbales son famosas por causar fuertes tormentas geomagnéticas, e incluso un golpe de refilón puede ser efectivo. En esta ocasión, los niveles de tormenta podrían alcanzar la categoría G2 (moderado) con una pequeña posibilidad de escalar a G3 (fuerte)", explican desde este organismo.

La primera llamarada solar se registró el pasado 5 de agosto. Ésta fue clasificada como X1.6. Por un lado, la X representa los destellos más intensos, mientras que el número proporciona más información sobre la fuerza. El Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, que observa el Sol de forma constante, muestra una subconjunta de luz ultravioleta extrema que resalta el material extremadamente caliente en las llamaradas.

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El Sol se muestra con regiones inactivas más oscuras y regiones activas brillantes. En el lado derecho, hay un destello de luz que, como explica la NASA, representa la llamarada solar. Se trata de poderosas explosiones de energía que pueden afectar a las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y presentar riesgos para los astronautas y las naves espaciales.

A la llamarada solar del pasado 5 de agosto se le suma una nueva fuerte erupción que también fue clasificada de tipo X. Las categorías dependen de la energía que libera. De las cinco que existen, la X es la máximaLa llamarada afectó a la Tierra en un evento que alcanzó su punto máximo el 7 de agosto. La región que se vio afectada por el apagón de radio fue el Pacífico y Norteamérica.

Esta segunda llamarada resultó ser más rápida que la primera, lo que podría convertir la combinación de ambas en una tormenta geomagnética que llegaría a la Tierra el 8 de agosto, según el pronóstico de la agencia estadounidense. En ambos casos, la llamarada surgió desde la misma mancha solar, catalogada como región 3386. Aunque las manchas solares no son lo mismo que las erupciones, sí que existe una relación entre ambos fenómenos solares.