Gracias al telescopio Webb de la NASA, los investigadores han detectado un agujero negro supermasivo. Este hallazgo es toda una novedad ya que se encuentra dentro de una galaxia realmente antigua, CEERS 1019. Se calcula que, por lo tanto, el agujero negro tiene unos 13.000 millones de años. El asombro de los científicos se debe a lo pequeño que es el agujero negro central de la galaxia. 

“Este agujero negro registra alrededor de 9 millones de masas solares”, según un comunicado de prensa de la NASA. Una masa solar es una unidad equivalente a la masa del sol en nuestro Sistema Solar, que es unas 333.000 veces más grande que la propia Tierra. 

Eso es "mucho menos que otros agujeros negros que también existieron en el universo primitivo y fueron detectados por otros telescopios", según la NASA. "Esos gigantes suelen contener más de mil millones de veces la masa del Sol, y son más fáciles de detectar porque son mucho más brillantes".

Los investigadores han identificado, además, otros dos agujeros negros cercanos que podrían haberse formado alrededor de mil millones de años después del Big Bang. Estos también han sorprendido a la NASA, ya que eran agujeros negros pequeños en comparación con otros hallados del mismo periodo. 

Lo extraño de la galaxia CEERS 1019

Los científicos reconocen que no está del todo claro cómo se pudo formar un agujero negro tan pequeño en los que fueron los primeros días del universo. Esto se debe a que en aquel momento existían pozos de gravedad de mucho mayor tamaño. Esto es clave, ya que cuanto más grande es el cuerpo, más pozo de gravedad tiene, y los agujeros negros podrían haber sido atrapados en dichos pozos. 

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La galaxia CEERS 1019 tiene otras características interesantes. Al contrario que otras formaciones en el espacio, esta no aparece en forma de disco como muchas otras, sino que se reconoce una cadena de tres puntos brillantes. 

“No estamos acostumbrados a ver tanta estructura en imágenes a estas distancias”, dijo en un comunicado el miembro del equipo CEERS Jeyhan Kartaltepe del Instituto de Tecnología de Rochester en Nueva York. "Una fusión de galaxias podría ser en parte responsable de impulsar la actividad en el agujero negro de esta galaxia, y eso también podría conducir a una mayor formación de estrellas".

Las galaxias recién descubiertas todavía pueden mostrar nuevas estrellas, según la NASA. Y estos hallazgos, junto con otros, pueden conducir a avances fascinantes.

Los investigadores también señalan que el agujero negro dentro de CEERS 1019 solo puede seguir siendo el agujero negro supermasivo activo más distante jamás registrado durante un breve tiempo.

La comunidad astronómica está ya recopilando datos sobre el tema que podrían identificar otros agujeros negros de unas características similares y más distantes. Podría hacerlo en solo unas “pocas semanas”, según la NASA.