El orgasmo femenino representa uno de los mayores retos a los que se lleva enfrentado la medicina sexual desde hace años. Pese a que se han realizado cientos de estudios, los científicos siguen ahondando en cuestiones tales como cuáles son los factores que más influyen en el orgasmo, qué papel juega la psicología en el sexocómo podemos conseguir que las féminas obtengan mayores cotas de placer durante sus relaciones. Pero, ¿cómo se mide el placer? ¿Cuánto es mucho, poco o bastante?

Un equipo de investigadores italianos encabezado por el profesor de Endocrinología y Medicina Sexual Emmanuele A. Jannini ha encontrado una herramienta que permitiría a las mujeres evaluar sus orgasmos y analizar si padecen algún tipo de disfunción sexual. "Se sabe poco sobre el impacto de la disfunción sexual femenina en el placer sexual expresado por la intensidad orgásmica subjetiva, y no hay herramientas psicométricas adecuadas para investigar esta dimensión", apuntan los autores del trabajo que acaba de ser publicado en la reconocida revista PLOS ONE.

Por esta razón, los científicos han desarrollado lo que ellos mismos han bautizado como Orgasmómetro-F. No se trata de un aparato electrónico que se deba colocar en parte alguna del cuerpo, sino de una escala analógica visual, que se ha utilizado también en otras ocasiones para intentar medir el dolor, y que sirve para identificar la intensidad de los orgasmos que experimentan las mujeres.

Para evaluar si el orgasmómetro era una herramienta válida, los investigadores reclutaron a un total de 526 mujeres italianas, de entre 19 y 35 años, a través de una plataforma web y las dividieron en dos grupos. El primero de ellos, el grupo experimental, estaba conformado por 112 mujeres que tenían problemas para alcanzar el placer. El segundo, el grupo control, lo integraban 414 mujeres sexualmente saludables. Entre los requerimientos para participar en el estudio también se exigía que durante los seis meses anteriores a la inscripción tuvieran una vida sexualmente activa.

La herramienta que han utilizado los investigadores italianos para medir el placer. PLOS ONE

Los investigadores solicitaron a las participantes del trabajo que registraran la intensidad de sus orgasmos durante un periodo de seis meses en una escala en la que 0 suponía la ausencia absoluta de placer y 10 representaba la intensidad orgásmica máxima. También pidieron que respondieran a otras cuestiones como su orientación sexual o el tipo de práctica que les había llevado (o no) a experimentar una explosión de placer: desde el sexo oral hasta el coito o la masturbación.

Tal y como explican los autores, no existía la necesidad de registrar automáticamente la intensidad del placer que las mujeres habían experimentado. ¿La razón? Los seres humanos somos capaces de recordar cuáles han sido los dolores más intensos que hemos experimentado. Y ocurre de la misma forma con el placer.

"Es exactamente como el dolor. Te puedo preguntar: ¿cuán intenso fue el dolor que sentiste la última vez que fuiste al dentista? Y me responderás sobre cuánto dolor sentiste", explica Jannini en declaraciones a la BBC. "Y algo que también es muy importante, me puedes decir cuál es el dentista te causó una experiencia más dolorosa usando la escala. Si fuiste a dos dentistas diferentes, me puedes decir: el dentista A fue mejor que el dentista B porque este último fue mucho más doloroso", añade.

Los resultados del estudio apuntan que un buen número de mujeres que llegaban al orgasmo experimentaban mayores niveles de placer durante la masturbación. De la misma forma, este trabajo que las féminas más mayores también tenían orgasmos más satisfactorios.

Eso sí, los autores del estudio avisan: "Dado que el orgasmo femenino es un producto complejo de factores físicos, emocionales, cognitivos y relacionales, es razonable suponer que el mejor orgasmo en las mujeres aún está por llegar. Factores como la anatomía, los niveles hormonales, la edad y la experiencia sexual, la autoconciencia, la autonomía sexual, la capacidad para perder el control durante la actividad sexual y las disfunciones sexuales relacionadas con la pareja están estrechamente relacionadas con la función orgásmica".