Hay un dicho que asegura que la cara es el espejo del alma. Y lo cierto es que a través de nuestra expresión se puede llegar a intuir, por ejemplo, cuál es el estado de ánimo de una persona o qué tal hemos dormido la noche anterior. Pero hay mucho más. Un equipo de científicos acaba de publicar un artículo en la revista Archives of sexual behavior en el que aseguran que la forma de nuestro rostro evidencia si tenemos un deseo sexual más o menos elevado.

Para llegar a estas conclusiones, el grupo canadiense de psicólogos que ha llevado a cabo esta investigación se ha valido del índice fWHR (facial Width to Height Ratio). O lo que es lo mismo: la relación que existe entre la longitud y la anchura de nuestra cara con determinados comportamientos y características psicológicas. El objetivo no era otro que saber si existía algún tipo de vínculo entre la morfología facial y el deseo sexual o la infidelidad.

Para ello, los investigadores realizaron dos pruebas. En la primera de ellas seleccionaron a un grupo de 145 estudiantes heterosexuales (69 hombres y 76 mujeres) que tenían una relación sentimental y los sometieron a distintos cuestionarios relacionados con sus relaciones interpersonales y sexuales. Además, a todos ellos se les fotografió para establecer cuál era su índice fWHR.

Así, en la segunda prueba, con el objetivo de replicar el estudio y comprobar si se seguían cumpliendo los patrones detectados en el primer análisis, los investigadores elevaron la muestra a 314 sujetos y volvieron a someterlos a distintos test que incluían preguntas relacionadas con su orientación sexual, la posibilidad de engañar a su pareja o sobre su orientación sociosexual.

Los psicólogos de la Nipissing University de Canadá concluyeron que los hombres y las mujeres con caras más cortas y más anchas suelen tener impulsos sexuales más fuertes que aquellos que tienen caras con otras dimensiones. Es decir, aquellas personas que tienen un índice fWHR elevado y, por tanto, las caras más cuadradas, ya sean hombres o mujeres, suelen tener un mayor apetito sexual que el resto.

Pero, ¿qué hay de los aspectos relacionados con la infidelidad? El trabajo encabezado por el psicólogo Steve Arnocky apunta que los hombres con la cara más ancha ven con mejores ojos el sexo sin compromiso que aquellos que, por el contrario, tienen la cara alargada. Además, las personas que tienen estos rasgos también están más abiertos a tener relaciones casuales y son más propensos a tener una actitud liberal ante la idea de ser infieles. "Estos hallazgos apuntan que las características faciales pueden transmitir información importante sobre las motivaciones sexuales humanas", explica Arnocky.

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