La Policía Nacional detuvo ayer en Valladolid a una mujer, de 41 años de edad, por un presunto delito de hurto de joyas, y a un varón, de 39 años de edad por un presunto delito de receptación por robar las joyas de una anciana a la que atendían en su domicilio y venderlas, después en establecimientos de compra de oro.

Los agentes iniciaron las investigaciones tras recibir una denuncia de la víctima. Durante las pesquisas, según confirmaron fuentes policiales, los agentes pudieron comprobar que el ahora detenido había realizado varias ventas de joyas en el mismo establecimiento de compraventa de Valladolid, por las que obtuvo más de 2.500 euros, en el mismo periodo en el que su mujer había trabajado realizando labores de asistencia a una persona de avanzada edad, en un domicilio del barrio de Huerta del Rey.

La presunta autora sustraía las joyas en el domicilio cuando iba a trabajar e incluso llegó a apropiarse de una pulsera de eslabones de oro por la que su marido percibió 1.300 euros.  

En el momento de su detención ambos reconocieron los hechos ante los investigadores, según indicaron las misma fuentes, que explicaron que la mayor parte de las joyas vendidas por el investigado fueron reconocidas como de su propiedad por parte de la víctima. Sin embargo, no fueron recuperadas debido a que ya habían transcurrido los 15 días en los que los establecimientos de compraventa de metales preciosos tienen la obligación de custodiar las piezas desde su comunicación a la Policía Nacional.