La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha participado este sábado en el programa 'La Sexta Noche', en la que ha explicado nuevamente las medidas tomadas y la necesidad, a su juicio, de contar con más herramientas para luchar contra esta tercera ola, que "va a ser la peor de todas". 

"Solicitamos encarecidamente desde la unidad y lealtad que necesitábamos más herramientas para el confinamiento y si lo hacemos estricto y rápido podíamos haber frenado mucho más", aseguró. Además, reflejó que este no tiene que ser el mismo de marzo ya que la ciencia ha seguido trabajando y se han visto los sitios en los que hay que restringir. "Hemos puesto a toda la comunidad en alerta con medidas excepcionales pero quedan medidas que no podemos hacer", comentó. 

Se refirió, asimismo, a los más de 3.000 casos informados este sábado, el récord en la pandemia de Castilla y León y a las aseveraciones de Fernando Simón sobre una posible estabilización. "No tengo el más mínimo indicio. Hoy hemos diagnosticado más de 3.000 personas y eso en el mejor de los casos es que dentro de dos o tres semanas habrá 60 fallecidos. Es una situación dramática", afirmó. 

Además, tras enseñarle el vídeo en el que rompió a llorar recordando a los sanitarios fallecidos en las Cortes, aseveró que no puede estar "más orgullosa" de los profesionales y que no se debe olvidar que detrás de los números hay personas. "24 fallecidos son 24 personas con un dolor inmenso en sus familias. No nos podemos acostumbrar a las cifras. Tenemos que trabajar con ellas pero dicen muchas cosas. Los 3.000 casos de hoy me tienen con el alma estremecida", afirmó. 

Por último, preguntada por las vacunaciones de altos cargos o alcaldes, comentó que "es evidente que la picaresca nos juega malas pasadas y eso no puede ser" y reflejó que aquellos en los que se demuestre que se ha hecho mal, "evidentemente se tiene que marchar".