Ecologistas en Acción ha alertado este jueves de que cada año fallecen en torno a mil personas en Castilla y León por enfermedades relacionadas con la contaminación atmósferica, lo que representa un problema sanitario de primera magnitud y han puesto especial atención en los niños y adolescentes por ser especialmente vulnerables debido a la elevada actividad física que desarrollan al aire libre, de manera que respiran un mayor número de contaminantes.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Ceballos, ha explicado que debido a este problema, la organización ha llevado cabo un estudio en 125 centros educativos de ocho ciudades de Castilla y León, dos centros rurales en Candelera (Ávila) y ocho centros educativos de Madrid para conocer los datos reales.

"Uno de cada siete centros educativos ha superado la referencia del valor límite anual legal en España y en Europa" ha señalado Ceballos, ya que según señala el límite legal establecido por España y la Unión Europea es de 40 miligramos de nitrógeno por metro cubico de aire, y señala también que la recomendación de la OMS es de diez.

Los centros estudiados están ubicados en las zonas con mayor densidad de tráfico de las diferentes ciudades de Castilla y León y en torno al 80 por ciento ha rebasado la recomencación diaria de la OMS, por lo que Ceballos  señala que hay "un problema de contaminación general de las ciudades, particularmente en los centros educativos".

Los niveles más elevados de contaminación se han encontrado en la ciudad de Salamanca debido al tráfico motorizado por su casco histórico, con seis de los 17 entornos educativos por encima del límite; seguida de Valladolid, con siete de 22 centros sobre los niveles permitidos; tres centros de León también lo superan y finalmente destaca el centro Padre Claret de Segovia ya que posee el nivel de contaminación atmosférica más alta del estudio con 55 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire.

En Madrid se ha llevado a cabo también en ocho colegios, de los que cinco tenían unos datos que superaban los valores recogidos en la estación oficial de la Plaza Elíptica, la única estación de España que ha vulnerado el límite de contaminación en tiempos de pandemia.