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Sociedad

Inaugurado el Centro de Simulación Clínica Avanzada que reducirá el margen de error humano

5 julio, 2021 14:31

El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, ha inaugurado esta mañana el Centro de Simulación Clínica Avanzada de la Facultad de Medicina. El rector, acompañado por el decano de la facultad, José María Fidel Fernández, ha recorrido las instalaciones adecuadas para la formación de los futuros médicos.


La simulación clínica avanzada (SCA) es una herramienta de aprendizaje que, mediante el uso de simuladores y modelos anatómicos, permite la recreación de escenarios clínicos con una gran exactitud desde situaciones críticas difícilmente reproducibles hasta escenarios más sencillo donde la evaluación de la situación es la competencia fundamental por desarrollar. De esta forma, la SCA potencia la toma de decisiones de forma rápida, el trabajo en equipo, el autoaprendizaje y la autocrítica.


Desde el punto de vista pedagógico, la SCA supone una pequeña "revolución" en el modelo educativo tradicional. "El estudiante va a vivir una experiencia formativa en el laboratorio de simulación, no se trata solo de hacer técnicas y procedimientos de una forma automática, sino que el tándem alumno-instructor deben entender los casos de SCA como una práctica reflexiva-experiencial", explican desde la Universidad. La recreación lo más fidedigna posible de situaciones reales, entorno, mobiliario, simulador de altas prestaciones basado en modelo fisiológico, aparataje, material fungible real, comunicaciones o pruebas complementarias posibilita la vivencia de estas situaciones, que de otro modo no sería posible, y además en condiciones de seguridad tanto para el paciente como para los estudiantes.


Mediante la simulación clínica avanzada se consigue la excelencia en el entrenamiento y la adquisición de competencias clínicas y comunicativas, disminuyendo el margen del error humano. Cuando el profesional sanitario debe aplicar las competencias aprendidas, entendidas y previamente evaluadas, sobre los pacientes reales, la seguridad clínica será mayor y el número de errores no forzados disminuirá si estas previamente habrán sido entrenadas y perfeccionadas mediante la simulación.