El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, defendió hoy en León que la propuesta de los indultos en Cataluña “es absolutamente coherente” con un Estado español fuerte, ya que “un Estado débil no puede ser generoso”. “Si lo traducimos al aspecto personal, nadie puede ser generoso si no es fuerte. La generosidad, la gracia, radica en tu fortaleza, y de la misma forma que hay que ser duro en el combate frente a la ilegalidad, hay que ser también generoso cuando triunfas en la defensa de la legalidad”, afirmó.

En declaraciones recogidas por Ical tras su visita a las obras de restauración de la muralla de León, Ábalos aseguró creer “en el estado de derecho, en la fortaleza de este país y en nuestras capacidades”. “Ya hemos demostrado esa solidez, no es una presunción, sino un hecho constatado. Hubo un desafío en España desde la unilateralidad que trató de declarar la independencia de un territorio, y el estado de derecho reaccionó, sancionó a los responsables a través de sentencia, previa prisión provisional, hubo sentencias, condenas cumplimiento de las condenas. Por tanto el estado de derecho tiene fortaleza, no es débil, pero sin embargo veo expresiones que siempre están prejuzgando su debilidad”, lamentó.

Según expuso, los indultos “no son una medida desconocida en la legislación española ni internacional, ya que está recogida en la ley española desde 1870”. “Estas medidas tienen un sentido pragmático, que es contribuir a la normalidad institucional en Cataluña, que es necesaria”, valoró antes de confesar que no acaba de comprender “que en el siglo XXI haya todavía apuestas por el odio, por políticas penales basadas en el escarmiento, que se superaron en el siglo XVIII con la Ilustración”. “En lo personal, jamás estaré con quienes convocan el odio y el resentimiento. No hay ningún hecho en la historia de todo el mundo basado en el odio y el resentimiento, y los que han ocurrido han sido siempre reprobados por la historia”, defendió.

En ese sentido, achacó a “la falta de Gobierno” y a la “práctica moral” del Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy lo que acaeció en Cataluña en 2017, cuestiones que no impidieron entonces a los socialistas situarse en ese momento “en la defensa del estado de derecho”. “Ojalá tuviéramos nosotros una oposición siquiera aproximada para ello. Pues eso es lo que debilita el estado de derecho, no los enemigos del estado de derecho, sino los problemas que muchas veces nos presentan quienes dicen defender la Constitución y el estado de derecho, pero están siempre poniendo en duda su fortaleza”, esgrimió.

Así, recalcó no estar preocupado por la foto de Colón, y reconoció que “es a los que van a ir allí a quienes parece que sí les preocupa, porque están tratando de no encontrarse y de confundirse entre el personal”. “Si yo fuera del PP no me sentiría orgulloso de esa convocatoria. Ellos son un partido de estado, y dicen que aspiran a gobernar. Nosotros estamos gestionando algo que ellos no pudieron evitar aquellos días de octubre de 2017, cuando ofrecieron un espectáculo lamentable del funcionamiento del Estado. Se nos dijo por parte del Gobierno que no habría referéndum ilegal porque lo tenían todo controlado, que no había cómo poner urnas, y de pronto vimos que había colegios electorales funcionando con plena normalidad.

¿Cómo permitieron eso? Y después de eso hubo una declaración unilateral de independencia”, recordó.

“Todos esos hechos se registraron cuando gobernaban ellos, por su indolencia, por su falta de visión política, y porque lo único que hacían paralelamente era generar un conflicto en Cataluña, porque Cataluña les preocupa poco y lo que les preocupa es sacar votos en otras partes que no sean Cataluña. Pero eso no es política, la política es dar solución a los problemas. Nosotros tomamos medidas difíciles y audaces cuando lo fácil sería no hacer nada”, argumentó.

Cuestionado sobre el posible regreso de Carles Puigdemont a España, subrayó que “desde 2017 es un fugado de la justicia”, con lo cual “no se dan las condiciones para indultar nada cuando no hay condena”, puesto que “solo se puede indultar a quien tiene una condena en firme”. “Cabría la amnistía, sería lo más parecido, pero nosotros no estamos por la amnistía, sino por la generosidad a la hora del cumplimiento de las condenas, en función de la utilidad pública”, añadió.

“Eso es para darnos una oportunidad, pero siempre desde la defensa del estado de derecho, que exige que se cumpla con la ley, y por tanto Puigdemont lo que tiene que hacer es comparecer, al igual que los que están ahora cumpliendo condena”, concluyó.