Castilla y León

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Sociedad

De las verbenas de los pueblos al drama más absoluto

28 marzo, 2021 09:13

Domingo, 14 de marzo. El mundo de la cultura se reivindica en Valladolid como “una auténtica vacuna de vida” y reclama un plan de rescate para un sector sumamente dañado por la pandemia que acumula más de un año ya totalmente parado. Los manifestantes acompañaban la marcha con una gran pancarta a modo de esquela que decía lo siguiente: “El sector de los eventos y espectáculos ha fallecido”.

NoticiasCyL Valladolid charla, dos domingos después, con José Antonio Martínez Fernández, natural de Peñafiel con residencia en la ciudad del Pisuerga, de 54 años, y que acumula 31 en orquestas, 26 como fundador y trompetista de Tucan Brass.

Nos cuenta el drama que está viviendo durante el último año y desde que arrancó la maldita pandemia, en esta entrevista.

Pregunta. ¿Cómo se lleva eso de estar un año sin poder trabajar?


Se lleva mal tanto económica como psicológicamente 


Respuesta. Se lleva mal tanto económica como psicológicamente. Ha sido un desgaste lento. A veces con esperanza, cuando no se sabía cómo iba a evolucionar el virus en un principio y ahora con el hilo de fe que nos da la vacuna pero la verdad es que está siendo muy duro. Hemos perdido nuestra vida profesional al completo y, en parte y como todos, también la personal.

P. Su última función fue el 22 de febrero, en Carnaval, y en una actuación en Pedro Bernardo, un pueblo de Ávila. ¿Qué recuerdo tienen?


R. Es un recuerdo bonito porque fue la última actuación pero a la vez muy duro, sobre todo cuando se cumplió un año, el 22 de febrero, de la celebración del evento. Alguno de mis compañeros colgó el vídeo en las redes sociales y la verdad es que fue duro y emotivo y da miedo pensar que después de un año seguimos igual.

P. ¿Acudieron el pasado domingo 14 de marzo a la manifestación que se desarrolló en Valladolid por el sector cultura?


R. Sí. Acudimos los profesionales que vivimos en Castilla y León y también se desarrolló la marcha en otras Comunidades para intentar buscar ayudas para un sector muy golpeado.

P. Denuncian que no hay protocolos para que su orquesta pueda realizar alguna función, no hay subvenciones… Un drama.


Al principio lo vivimos con incertidumbre y ahora lo que solicitamos es un protocolo para desarrollar nuestra actividad


R. Si hablamos de las medidas de suspensión de fiestas desde el minuto uno de la pandemia, al principio lo vivimos con incertidumbre y ahora lo que solicitamos es un protocolo para desarrollar nuestra actividad.

Hay otros sectores que sí que cuentan con un protocolo establecido y pueden llevar a cabo actividades. Sin protocolo, sin ayudas o indemnizaciones al sector esto es un drama. Queremos que nos digan si vamos a poder trabajar.

P. Un protocolo para poder trabajar como lo hacen otros para este sector de las verbenas y las fiestas de los pueblos.


R. Eso es, un protocolo. Al final, los presupuestos de los pueblos estaban el año pasado y están este así que nos gustaría que ese dinero se destinase a la gente que iba a recibirlo con su trabajo no que se gaste en otros artistas que ya reciben alguna ayuda cultural.

Vuelvo a repetir que con un protocolo y unas medidas de seguridad como tienen estos eventos pequeños o de menos repercusión podríamos trabajar perfectamente porque el repertorio de verbena también se puede escuchar sentado y disfrutar con los espectáculos que las orquestas llevan ahora cargadas de pantallas, luces sonido y muchos componentes que hacen las delicias del público para disfrutarlo sentado.

P. ¿Sus actuaciones eran espectaculares? ¿Cómo las recuerda? ¿Cómo las vivía y cómo recuerda la preparación en esas míticas fiestas de pueblos?


R. Como he dicho en la respuesta anterior, ahora una orquesta es un espectáculo en sí de montaje, sonido, bailes, coreografías, etc. No solo hay que bailar, además ahora también se puede escuchar y apreciar toda la puesta en escena que llevan las orquestas. A estas alturas del año y en condiciones normales ya tendríamos mucha parte de la temporada firmada y estaríamos preparándonos para empezar.

P. ¿Cómo sobrevive después de un año sin poder trabajar?


R. Con lo que habíamos ingresado en la temporada 2.019 y hasta febrero de 2.020. Algunos músicos tenían paro. Yo recibo por el cese de actividad como autónomo pero a día de hoy la empresa no ha recibido ninguna ayuda.

P. Sus padres le ayudan porque la ayuda del SEPE de la cuota de autónomo de 800 euros se queda escasa.


R. Los padres, al final, siempre están ahí y ayudan. Esta ha sido obligatoria ahora para llegar a final de mes porque los meses con gastos extra no llegamos con la ayuda del SEPE.

P. ¿Ha tenido que seguir pagando créditos por la empresa?


R. Por supuesto. Hemos seguido pagando las inversiones que teníamos de los ICOS con los bancos así como impuestos como el IBI, permisos de circulación de vehículos, alquileres, etc.

P. ¿Y con los trabajadores qué ha ocurrido?


R. Mis trabajadores han tenido ayudas durante unos meses, paro otros y ahora están intentando trabajar en otras cosas hasta que esto se recupere. Cada uno se ha ido a su lugar de residencia, con sus padres, dejando las viviendas en las que estaban en Valladolid.

P. Un objetivo y un deseo a corto y medio plazo.


R. Trabajar con un protocolo. Creemos que se puede porque lo hay  para otros eventos y los nuestros son al aire libre lo que favorece su celebración. En caso de que no se pueda, pedimos ayudas económicas directas al sector para poder mantener las empresas y no tener que cerrar nuestra actividad.