Presentación del cartel oficial de Las Edades del Hombre 2025-2026 en Zamora

Presentación del cartel oficial de Las Edades del Hombre 2025-2026 en Zamora

Zamora

La flor que brota del espino: Zamora lleva por bandera la esperanza en la nueva edición de Las Edades del Hombre

La muestra, que se celebrará entre octubre de 2025 y abril de 2026 en la Catedral y San Cipriano, contará con obras de El Greco, Berruguete o Salzillo.

Más información: Zamora, sede única de Las Edades del Hombre 2025: una exposición convertirá la ciudad en referente turístico y cultural

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Una palabra que resume el anhelo colectivo de una provincia. Una imagen que entrelaza dolor y luz. Así se ha presentado en la iglesia de San Cipriano el cartel oficial de 'Esperanza', el título oficial de la próxima edición de Las Edades del Hombre que convertirá a Zamora, entre octubre de 2025 y abril de 2026, en epicentro del arte sacro y del pensamiento espiritual contemporáneo.

Más de veinte años después de 'Remembranza', la ciudad volverá a abrir sus templos y su alma a miles de visitantes bajo un lema cargado de sentido, en tiempos donde, como ha expresado el obispo Fernando Valera, "parece que el pesimismo nos tiñe".

La imagen que representará esta XXVIII edición nace de una tensión simbólica poderosa. En el centro del cartel, las letras de la palabra "esperanza" aparecen entrelazadas, con la última sílaba (za) teñida de magenta en una clara alusión a Zamora.

Cartel oficial de 'Esperanza', la nueva edición de Las Edades del Hombre

Cartel oficial de 'Esperanza', la nueva edición de Las Edades del Hombre

En la parte inferior, una flor de espino brota de un fondo oscuro: es una alegoría visual de la vida que florece tras el sufrimiento.

"En los momentos de más oscuridad también hay esperanza", ha explicado José Enrique Martín, secretario general de la Fundación de Las Edades del Hombre.

La imagen evoca el tránsito de la muerte a la vida, de la Pasión a la Resurrección, transmitiendo un mensaje de esperanza.

José Enrique Martín, secretario general de la Fundación de las Edades del Hombre

José Enrique Martín, secretario general de la Fundación de las Edades del Hombre

Martín ha definido esta creación como un "elemento desgarrador" en su contraste, ya que alude a la corona de espinas de Cristo, símbolo de dolor, contrapuesto al florecimiento como señal de superación.

La exposición se articulará en un preludio y tres capítulos, y ocupará dos espacios fundamentales del patrimonio zamorano: la Catedral y la iglesia de San Cipriano. Su guion narrativo recorrerá el eje de la cruz y la resurrección, con un fondo teológico.

Accesible para todos

Además, será una muestra accesible y así lo ha demostrado la vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien ha iniciado su intervención hablando en lengua de signos, como gesto del "carácter inclusivo" que tendrá esta edición.

La vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco

La vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco

Toda una declaración de intenciones del Gobierno autonómico que quiere que la exposición sea accesible "física y conceptualmente" para todos los públicos, gracias a una museografía clara y una interpretación comprensible "en tiempo real".

Isabel Blanco no ha podido esconder su "especial ilusión" como zamorana por el regreso de Las Edades del Hombre a su tierra natal, y se ha sumado al concepto de la exposición asegurando que Zamora "es la esperanza personificada".

La vicepresidenta de la Junta ha explicado que la temática de esta edición aborda "un canto a la esperanza que invita a mirar hacia el futuro y hacia la verdad, sin miedo".

La exposición realizará un recorrido artístico centrado en la Cruz y la Resurrección de Jesús, los ejes fundamentales del guion narrativo, según explicó la número dos del Gobierno autonómico.

Aunque aún no se han revelado todas las obras que formarán parte de la muestra, ya se han avanzado nombres de altísima relevancia como Juan de Juni, Alonso Berruguete, Francisco Salzillo, El Greco, Gil de Siloé o Zurbarán.

Habrá también piezas devocionales, cuidadosamente elegidas para que, en palabras de los organizadores, "el público se sienta identificado" más allá de las grandes firmas.

Algunas obras, como el Cristo de la Paciencia y una Dolorosa de los Salzillo, llegarán a Zamora desde Murcia por deseo expreso del obispo Valera, que quiso rendir homenaje a su tierra natal dentro del relato global de la exposición.

La pedagogía como eje central

Uno de los pilares de esta edición será el enfoque pedagógico. El Carmen de San Isidoro se transformará en un espacio para la divulgación escolar y familiar, con recursos adaptados para introducir a los más jóvenes en el arte, la arquitectura y la espiritualidad desde una perspectiva didáctica.

El comisario de la exposición ha explicado que se busca "que el mensaje llegue a los niños" y que los escolares de la ciudad y de la provincia aprendan que el patrimonio no solo está en los museos, sino "también en los pueblos y forma parte de nuestra historia".

Por eso, el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, ha querido destacar la importancia de hacer partícipes a los escolares y de transmitirles el arraigo y valor de este patrimonio sacro, que forma parte de la historia de la provincia.

El presidente de la Diputación, Javier Faúndez

El presidente de la Diputación, Javier Faúndez

"Los escolares tienen que saber que el patrimonio está en los pueblos y tienen que conocerlo", ha remarcado.

Faúndez ha recordado también que la Diputación ha firmado un convenio de apoyo económico con la Fundación, convencido de que se trata de una "cita ineludible" para el territorio.

Por su parte, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, expresó el "apoyo total" del Consistorio, tanto por parte del equipo de gobierno como de la oposición, destacando que iniciativas como esta son fundamentales para la economía zamorana.

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido

"Zamora necesita del turismo y que se hagan cosas que generen economía", ha añadido. Y recordó también la puesta en marcha de infraestructuras complementarias, como la construcción de los aparcamientos en la zona del Seminario de San Atilano, o la apertura de la trasera de la Catedral, que faciliten la logística durante los meses que dure la exposición.

El broche espiritual lo puso el obispo Valera, quien elevó la mirada más allá del evento para señalar que Esperanza no es solo una exposición, sino "un símbolo, un lugar de encuentro, de belleza, de diálogo y de trascendencia".

El obispo de Zamora, Fernando Varela

El obispo de Zamora, Fernando Varela

El obispo quiso remarcar que esta edición representa "una comunidad cristiana que no quiere estar encerrada en sí misma" y que aspira a enviar "un mensaje de amor a creyentes y no creyentes". En su opinión, Zamora "quiere levantarse y vivir su futuro con esperanza".

Apoyo de la Junta

Este proyecto cultural, impulsado por la Fundación Las Edades del Hombre, cuenta con el respaldo de la Junta de Castilla y León, que ha concedido una subvención directa de un millón de euros, aún en proceso de tramitación.

La Junta también está diseñando un plan de promoción específico para potenciar tanto la exposición como su vertiente turística, consolidando a Castilla y León como un destino de turismo religioso y cultural de referencia internacional.

Además, la Consejería de Industria, Comercio y Empleo aportará más de 100.000 euros para fomentar la contratación de personas en situación de desempleo, destinadas a tareas vinculadas con la puesta en valor del patrimonio cultural y la atención a las necesidades municipales derivadas de la exposición.

De este modo, la muestra no solo será un evento artístico y espiritual, sino también un motor de creación de empleo local.

Isabel Blanco destacó la elección de Zamora, "capital del románico", que ofrece una impresionante oferta patrimonial, cultural, natural y gastronómica.

Subrayó también el valor del programa ‘Zamora Románica’, que permitió intervenir en 22 templos y entornos urbanos, y la tradición religiosa de la ciudad, especialmente las procesiones de la Pasión zamorana.