La Policía Nacional ha hallado el cadáver de Alfredo 'El Gorila', el presunto asesino de Esteban, un zamorano que trabajaba como portero de un edificio ubicado en el número 366 de la calle Alcalá, en el madrileño barrio de Ciudad Lineal.

Según confirma Madrid Total de EL ESPAÑOL, el cuerpo ha sido encontrado cerca del tanatorio de la M-30. Si bien fuentes policiales no confirman que se trate del cuerpo de Alfredo, todo parece indicar que este hombre de 60 años podría haberse suicidado el mismo día que presuntamente cometió el asesinato del zamorano de 68 años.

El Grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid estaba en plena investigación por el asesinato de Esteban, cuyo cadáver había aparecido en el interior de una vivienda en el número 366 de la calle Alcalá, en Madrid.

El hallazgo de su cuerpo sin vida se produjo el miércoles por la noche, cuando los agentes pudieron acceder al interior del domicilio, donde se creía que podía encontrarse Esteban, cuya desaparición se investigaba desde hacía varios días.

En concreto, la investigación se inició a raíz de la denuncia por desaparición, que realizó la familia del portero al percatarse que no había llegado de su trabajo. En declaraciones a Madrid Total de EL ESPAÑOL explican que Esteban desapareció hacia las 18.00 horas del martes. Tendría que haber vuelto a su casa tras su jornada laboral, pero nunca lo hizo.

Por eso, su mujer y su hijo comenzaron a buscarle. Preguntaron a los vecinos, llamaron a la Policía, también a los hospitales, pero sin éxito. No había rastro del zamorano, pero su familia quería darse prisa por si todavía tuviera "con hilo de vida", tal y como apunta su hijo. Además, "siempre se le podía localizar, llevaba su móvil siempre con él", explica. 

Los agentes establecieron que el portero podría encontrarse en el interior de uno de los domicilios, concretamente en el de Alfredo 'El Gorila', y tras conseguir una autorización por el juzgado de guardia, se comprobó que el zamorano se encontraba muerto en el interior.

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Los primeros indicios indicaban que Esteban habría sido asesinado en una casa del propio bloque de viviendas, propiedad de este hombre que ahora ha aparecido muerto en las inmediaciones del Tanatorio de la M-30. Los vecinos del inmueble aseguraban que Alfredo era "un poco extraño", con un carácter desagradable y le achacan problemas de adicción al juego.

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"La casa está llena de botellas, bolsas y suciedad, se trata de un vecino conflictivo, con síndrome de Diógenes y bien conocido por todos por sus problemas de alcohol, drogas y con el juego", narra un vecino. "Además, es una persona que llama mucho la atención, es un hombre muy alto, muy gordo y con una larga barba blanca", explica este vecino a Madrid Total de EL ESPAÑOL.

Por otro lado, destacaban el carácter "alegre" y "amable" del zamorano asesinado y la relación con su familia, en especial con su nieto.