El vicepresidente tercero de la Diputación de Zamora y diputado de Medioambiente y Obras Municipales, Javier Faúndez Domínguez, junto al alcalde del Ayuntamiento de Rabanales, Santiago Moral

El vicepresidente tercero de la Diputación de Zamora y diputado de Medioambiente y Obras Municipales, Javier Faúndez Domínguez, junto al alcalde del Ayuntamiento de Rabanales, Santiago Moral

Zamora

Grisuela se despedirá del hierro y manganeso de su agua gracias a la inversión de la Diputación

81.070 euros para la construcción de la nueva estación de tratamiento de agua potable 

7 julio, 2022 15:16

El vicepresidente tercero de la Diputación de Zamora y diputado de Medioambiente y Obras Municipales, Javier Faúndez Domínguez, junto al alcalde del Ayuntamiento de Rabanales, Santiago Moral Matellán, y técnicos del Área de Obras de la Institución Provincial ha asistido al replanteo de las obras para la construcción de la nueva estación de tratamiento de agua potable (ETAP) en el anejo de Grisuela que cuenta con un presupuesto de adjudicación de 81.070 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses.

El proyecto atiende la petición realizada por Santiago Moral y contempla la instalación de la nueva ETAP para la eliminación del hierro y el manganeso del agua que actualmente es potable y apta para el consumo humano con informe de no conformidad, según las analíticas realizadas.

Asimismo, prevé la construcción de una caseta técnica en la que se albergarán todos los componentes de la estación que dispondrá de un sistema autómata para el control de todas las instalaciones, así como las conexiones con el actual sistema de abastecimiento.

La ETAP estará dimensionada para tratar una demanda media de 58 metros cúbicos de agua al día para suministrar al centenera de vecinos que viven asiduamente en el municipio, que aumentará hasta los 97 metros cúbicos diarios en las épocas estacionales en las que casi triplica su población coincidiendo generalmente con épocas vacacionales.

Actualmente, la red de abastecimiento de Grisuela se abastece desde un pozo de sondeo ubicado a 900 metros del depósito general y a 1.800 metros del casco urbano de la localidad.

Una bomba sumergida en el sondeo impulsa el agua hasta el depósito desde el que el agua baja por gravedad a la tubería que conecta con la red municipal de abastecimiento.

El único tratamiento con el que cuenta en la actualidad es el de cloración automática a través de una bomba dosificadora electrónica que aspira el cloro de un depósito de polietileno y lo inyecta en la tubería de impulso de sondeo a depósito.