Una mujer compra en un comercio rural en la provincia de Valladolid Diputación de Valladolid
La tienda que evita que el pueblo cierre: Valladolid ampliará a 21 los comercios rurales mínimos en 2026
La Diputación refuerza una red de tiendas de proximidad en municipios de menos de 400 habitantes para asegurar servicios básicos y vida comunitaria.
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En muchos pueblos pequeños, la tienda es algo más que un mostrador y una caja registradora. Es el lugar donde se compra lo imprescindible, donde se comenta el día y donde todavía se mantiene una rutina compartida.
Pensando en esa realidad cotidiana, la Diputación de Valladolid impulsa la ampliación de la Red de Comercio Rural Mínimo, que pasará de los 16 establecimientos actuales a 21 en el año 2026.
El programa está dirigido a municipios de menos de 400 habitantes y persigue algo sencillo y, a la vez, decisivo: que vivir en un pueblo no obligue a desplazarse kilómetros para cubrir necesidades básicas. Son comercios modestos, pensados para el día a día, pero con un peso social evidente en localidades donde cada servicio cuenta.
La red comenzó a formarse en 2011, con la apertura del primer comercio en Cuenca de Campos, y desde entonces ha ido creciendo de manera constante.
A lo largo de los años se han incorporado establecimientos en Pedrosa del Rey, Villanueva de los Infantes, Nueva Villa de las Torres, Santa Eufemia del Arroyo, Velascálvaro, Castrillo Tejeriego, Aldea de San Miguel, Valbuena de Duero, Fombellida, Quintanilla de Arriba, Corcos del Valle, Villacarralón, Bobadilla del Campo y San Pablo de la Moraleja.
A esta red se suma la reciente apertura del Comercio Rural Mínimo en Lomoviejo y la reapertura, el pasado mes de octubre, del establecimiento de Trigueros del Valle, tras la llegada de una nueva adjudicataria.
La previsión para 2026 apunta a nuevos pasos adelante. La Entidad Local Menor de Foncastín ya ha solicitado su adhesión al programa y está previsto que también se incorporen Amusquillo, Torrecilla de la Orden y Hornillos de Eresma. Si se completan estas incorporaciones, la red alcanzará los 21 comercios rurales mínimos en la provincia.
Desde su inicio, la Diputación de Valladolid ha destinado 192.408,38 euros a apoyar económicamente este programa, una inversión centrada en maquinaria, mobiliario y equipamiento informático para poner en marcha o mejorar los establecimientos.
A ello se suma una convocatoria anual para la adecuación de locales municipales que, en 2026, contará con una dotación de 50.000 euros y ayudas de hasta 10.000 euros por entidad.
El Comercio Rural Mínimo forma parte de una estrategia más amplia de respaldo al pequeño comercio en el medio rural. En 2025, otras líneas complementarias permitieron conceder ayudas al comercio de proximidad y la venta ambulante, así como apoyar el empleo y el autoempleo en distintos municipios de la provincia.
La gestión del programa se realiza a través de AVANZA Valladolid y requiere la implicación directa de los ayuntamientos, que deben aportar el local y adecuarlo.
En muchos casos, estos espacios funcionan como tiendas y bar a la vez, como ocurre en Villanueva de los Infantes o Lomoviejo, convirtiéndose en puntos de encuentro donde comprar es también una excusa para conversar.
El objetivo final es claro: asegurar servicios básicos, apoyar el empleo local, dar salida a productos de la zona y ayudar a que los pueblos sigan teniendo vida. Porque, en muchos municipios, mantener abierta una tienda no es solo una cuestión económica, sino una forma de seguir estando.