Chuchi en el Bar La Parada de Fuente El Sol.

Chuchi en el Bar La Parada de Fuente El Sol. Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Chuchi (62), 48 años como hostelero y 9 al frente de un bar de pueblo de Valladolid: "Llevo muy mal lo de ser autónomo"

Nacido en Ávila, lleva toda una vida dedicada al mundo hostelero y da un servicio indispensable a la localidad pucelana.

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Fuente el Sol es un municipio de la provincia de Valladolid que cuenta, en la actualidad, con una población de 150 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Allí se encuentra el Bar La Parada. Un establecimiento hostelero que suma “más de 40 años de historia”. Al frente del mismo lleva, nueve años, Jesús Carlos Domínguez López, más conocido como Chuchi.

EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con un hombre que suma, ni más ni menos, que 48 años en el complicado mundo de la hostelería.

Nacido en Ávila, pero viviendo en Madrigal de las Altas Torres, charlamos con él de su vida, del negocio y de las trabas con las que se encuentra en el día como autónomo.

Chuchi y 48 años en el mundo hostelero

“Me defino como una persona trabajadora y amiga de sus amigos”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Jesús Carlos Domínguez López, más conocido como Chuchi.

Nuestro entrevistado vive, en la actualidad, en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). Tiene 62 años y suma, ni más ni menos, que 48 como hostelero. Es un gran apasionado de la Fórmula 1 y del ciclismo.

“Llevo nueve años al frente del Bar La Parada de Fuente el Sol, pero sigo residiendo en Madrigal de las Altas Torres. Desde pequeño, siempre quise ser camionero, como mi padre, pero por circunstancias ajenas no me fue posible y a los 15 años comencé en el mundo de la hostelería”, afirma nuestro entrevistado.

Da un servicio que resulta indispensable para cualquier pueblo. Un punto de encuentro en el que disfrutar de una buena conversación y la mejor compañía.

Imagen del Bar La Parada en Fuente El Sol.

Imagen del Bar La Parada en Fuente El Sol. Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

40 años de historia, 9 con Chuchi al frente

El bar pertenece al Ayuntamiento de Fuente el Sol. Antes de que me encargara yo de él. Ya había tenido diferentes dueños. Lleva operativo desde hace unos 40 años, nueve de ellos conmigo al frente”, explica el profesional del mundo hostelero.

Un bar que se encuentra anexo a la casa consistorial de la localidad vallisoletana, en mitad de la travesía que atraviesa el pueblo. Entre el espacio interior, y la terraza con la que cuenta, suma un espacio que llega a los 90 metros cuadrados. En la actualidad, nuestro protagonista trabaja solo en el lugar.

“Contamos con una amplia gama de pinchos y bebidas de todo tipo. Sin duda, nuestra especialidad es la tortilla de patatas”, asegura el de Madrigal de las Altas Torres con orgullo.

El hostelero añade que los clientes y vecinos del pueblo “se encuentran muy contentos con el servicio” ya que “el hecho de que continúe habiendo un bar en el pueblo, permite que siga habiendo un lugar de reunión habitual”.

Los gastos

“La verdad es que un hostelero que tenga un bar tiene un índice de beneficio menor que el que pueda conseguir cualquier otro autónomo. Abrir ya genera gastos, como la luz, el agua o la realización de pedidos, sin contar otros como impuestos o cuotas de autónomos”, añade nuestro protagonista.

Asegura que, a las administraciones, les pediría que “ayudaran más a los pequeños autónomos y a los pueblos pequeños”, ya que “cumplen una gran labor dentro de las zonas rurales”.

Imagen del interior del Bar La Parada en Fuente el Sol.

Imagen del interior del Bar La Parada en Fuente el Sol. Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Llevo muy mal lo de ser autónomo. Son muchas horas de trabajo y sacrificio. Todo, para sacar adelante el negocio yo solo. La verdad es que es complicado sacar adelante un bar en el medio rural. Cada vez hay menos personas y la media de edad de los que quedan va aumentando. Lo que hace que se abandone el medio rural y todo se focalice en las ciudades”, añade.

Pese a esta parte negativa, el hostelero asegura que “los clientes habituales son fieles” y “ven el bar como lugar seguro de reunión habitual” lo que “crea un clima de hermandad en el pueblo”, señala.

Futuro “muy negro”

Hablamos también, con Jesús Carlos Domínguez López, del futuro. Él lo ve “muy negro”. Todo por ese efecto de la España vaciada. Los pueblos se van quedando sin gente y los negocios lo pasan mal para seguir con vida.

Debido a mi edad, me quedan pocos años al cargo del negocio. Sé que las cosas no cambiarán en tan poco tiempo por lo que mi único objetivo pasa por poder seguir trabajando y ofreciendo servicio a los vecinos de la localidad”.

Mirando a largo plazo, y por el bien de la calidad de vida de los jóvenes y las nuevas generaciones, además de por los pueblos como en el que él trabaja, pide que las administraciones “ofrezcan más facilidades para la creación de empleo y empresas” en el medio rural. “Estas acciones son las que mantienen vivos a muchos municipios del entorno más rural”, finaliza.

Ojalá que Chuchi sea escuchado y se tomen medidas para que no mueran más localidades de Castilla y León en general y de Valladolid en particular.