Victor en su bar de Tordesillas.

Victor en su bar de Tordesillas. Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Valladolid

Víctor (42), hostelero que habla claro sobre ser autónomo: "En España es una vergüenza. No dejan de subir impuestos"

Suma 17 años en el mundo de la hostelería, siete de ellos en su actual bar ubicado en la provincia de Valladolid.

Más información: Raúl (30) y el bar de un pueblo de Valladolid que pone tapa gratis con la consumición: "Se mira mucho el precio"

Publicada

Tordesillas es un municipio de la provincia de Valladolid que pasa por ser uno de los más populares de toda Castilla y León. Ubicado a solo 30 kilómetros de la capital, la villa se extiende por el terreno llano de la vega del río Duero, lo que la dota de un entorno natural de gran belleza y también de un rico patrimonio.

La ciudad es conocida por el Tratado de Tordesillas de 1494, en el que los reinos de Castilla y Aragón se repartieron las tierras descubiertas en el Nuevo Mundo. En la actualidad, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con una población de 8.638 habitantes.

Es un municipio que atesora, además, una gran tradición gastronómica y que cuenta con una gran variedad de establecimientos hosteleros, perfectos para hacer una parada cuando se visita el lugar y disfrutar de los mejores platos o de un buen refresco.

Allí trabaja Víctor Alejandro Galván Bastida, de 42 años y que suma 18 años de experiencia en el mundo hostelero, siete de ellos en el Bar Vendita Locura, ubicado en la calle Gutiérrez Mellado, número 2.

Hablamos con él sobre su trayectoria y nos confiesa todos los problemas a los que se tiene que enfrentar en el día a día por el hecho de ser autónomo. Es muy crítico con la “subida de impuestos” en nuestro país, lo que califica de “vergüenza”.

Víctor, un hostelero ambicioso

“Me defino como una persona ambiciosa que busca mejorar cada día profesionalmente. Intento que el cliente disfrute y se sienta como en casa, buscando que salga de nuestro establecimiento hostelero feliz”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, nuestro entrevistado.

El hostelero nació en Tordesillas. Es amante del fútbol, de los viajes y de los toros. De hecho, nos confiesa, que “cuando era pequeño quería ser torero”, pero su camino se acabó enfocando por el complicado mundo de la hostelería.

“Mi infancia fue feliz gracias a mi madre y a mis abuelos, Emiliana y Cacu. En Tordesillas, además de la gran belleza del lugar, nos distinguimos por contar con un amplio abanico de bares, restaurantes y bares de copas”, añade nuestro entrevistado.

En la actualidad cuenta con el Bar Vendita Locura. Un bar de copas de tarde y de noche. En meses, asegura, abrirá “un nuevo negocio con una idea muy diferente” y que “va a estar orientado a todo tipo de clientes sin perder su esencia”.

Un hostelero ambicioso que quiere seguir creciendo y haciendo las cosas bien.

Víctor en la barra de su bar de Tordesillas

Víctor en la barra de su bar de Tordesillas Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Siete años al frente de su bar

El Bar Vendita Locura llegó a mi vida el 14 de diciembre de 2018. Antes estaba abierto como cafetería, pero cambié el nombre y lo convertí en un bar musical. Es un local que cuenta con 25 años de vida, siete conmigo al frente con el nombre que tiene hoy en día”, añade Víctor.

Un local con 140 metros cuadrados en el que trabajan tres personas, contando a nuestro protagonista. Víctor añade que realiza las gestiones del bar y que también se encarga del papeleo con proveedores y bancos. Una labor ardua pero muy necesaria en cualquier negocio de estas características.

Nuestra especialidad es el gin tonic. Fui ganador, hace dos años, del mejor de Tordesillas. Por suerte, tengo clientes muy buenos y formamos, entre todos, una gran familia. Ellos aprecian una buena copa elaborada con cariño. Además, nos caracterizamos por contar con la mejor música en directo y traer a grandes djs de la Comunidad”, asegura.

Esa es la magia de todo y la clave para lograr el éxito. Hacer todo con cariño. “El alma del bar y la que más apoyo me aporta es mi madre Conchi. Además, sin los camareros que tengo, nunca hubiera sido posible llevar los años que llevamos. Quiero hacer una mención especial a Robla y Javi, mis camareros actuales. Son dos máquinas”, añade Víctor.

Víctor sonriente en su bar

Víctor sonriente en su bar Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Los impuestos y ser autónomo

Puedo vivir de mi negocio, aunque, cada vez, menos. Las ganancias varían mucho dependiendo del mes que sea. En España es una vergüenza. No dejan de subir impuestos”, apunta el hostelero, que asegura que “tiene que hacer frente, cada día, a un gran número de pagos”.

Lo mejor de llevar un negocio en Tordesillas, para él, es “contar con un pueblo muy bien comunicado”. No pasa un día sin que conozca a una persona nueva y eso es algo que a nuestro entrevistado le “encanta”.

“A las administraciones les pediría que los autónomos, cuando tengamos una baja, cobremos un salario similar al del empleado asalariado. Es muy injusto que el dueño de un establecimiento, que arriesga y paga las nóminas, mes a mes, no tenga prácticamente derechos. Solo obligación de pagar todo”, añade enfadado.

Sin embargo, Víctor afronta un futuro que ve “ilusionante” por su “nuevo proyecto” con el que espera que la gente “disfrute”. Todo con “un nuevo negocio que espera que sea un referente en Tordesillas y la provincia de Valladolid”.

Ojalá que su sueño se haga realidad.