Así ha sido la pesadilla del apagón en tres famosos negocios de Valladolid: “Es una ruina”

Así ha sido la pesadilla del apagón en tres famosos negocios de Valladolid: “Es una ruina”

Valladolid

Así ha sido la pesadilla del apagón en tres famosos negocios de Valladolid: “Es una ruina”

Heladerías, farmacias y negocios hosteleros se han visto perjudicados en la ciudad del Pisuerga después de quedarse sin luz, internet ni agua y no poder ejercer su actividad de manera normal.

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Valladolid ha perdido su luz. No la que atesora con su amplio patrimonio y su cultura, sino la que ha dejado el apagón que han sufrido, desde aproximadamente las 12.30 horas de este lunes 28 de abril, miles de personas en muchos puntos de España y varios del mundo.

Entre ellos, los comercios. Va a ser un día de pérdidas debido al apagón que ha dejado sin luz, internet ni agua a diversos negocios como heladerías, establecimientos hosteleros e, incluso, farmacias.

A eso de las 14.00 horas, cuando nadie podía ya mandar un mensaje a través de WhatsApp, ni hablar por teléfono, la incertidumbre y el miedo se apoderaba de los dueños de estos comercios que cruzaban los dedos para que el problema se resolviera lo antes posible.

EL ESPAÑOL de Castilla y León ha charlado con la dueña de una conocida farmacia del centro de la ciudad, también con la cabeza pensante del Bar El Colmadito y con Antonio Iborra, de la famosa heladería que lleva el mismo nombre muy cerca de la Plaza Mayor.

Un día que será para el recuerdo y, también, para el olvido.

Ana Fernández Gil, de Farmacia Gil

Ana Fernández Gil, de Farmacia Gil

“No podemos hacer nada”

“Estamos sin ordenadores. Nosotros tenemos toda la medicación en un robot que tampoco funciona. Sin luz ni teléfono. Intentamos dejar hecho todo lo que podemos antes de cerrar. Aunque no es mucho”, asegura, en declaraciones a este periódico, Ana Fernández Gil.

Desde Farmacia Gil la incertidumbre era grande. “No podemos hacer nada”, añadía nuestra entrevistada asegurando que en los primeros compases del apagón “han podido dispensar algún medicamento”, pero que desde las 13.00 horas estaban “a ciegas”.

A nivel personal, Ana Fernández Gil asegura que “tiene a su marido fuera” y “no podía localizarlo” y esperaba que sus hijos “estuvieran bien. Queda “adaptarse” para que el apagón “afecte el menor tiempo posible” a su negocio.

Roberto, dueño del bar El Colmadito

Roberto, dueño del bar El Colmadito

“Está orquestado por la Unión Europea”

En el Bar El Colmadito, el apagón también ha afectado al negocio de forma “notable”, como asegura su dueño, también en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León. Espera fuera de su bar para que la situación vuelva a la normalidad en un día soleado en la ciudad del Pisuerga.

“El Gobierno nos ha estado alertando de que compremos kit de supervivencia. Ya tenían esto planeado. No es un apagón que afecte solo a una zona. Está orquestado por la Unión Europea”, asegura Roberto.

El dueño del Colmadito añadía a eso de las 14.00 horas que “quieren meternos miedo” para “implantar la agenda 2030” y afirmaba, sumamente enfadado, que “es algo claro y evidente”, señalando claramente a los políticos.

“No podemos apenas atender al cliente porque no tenemos luz ni agua. Es una ruina. Solo podemos servir cerveza por el grifo o botellines hasta que se acaben. Cuando las cámaras pierdan temperatura… mal asunto”, añade.

Finaliza asegurando que “todo se va a ir al traste”, tras este maldito apagón.

El heladero Antonio Iborra

El heladero Antonio Iborra

“Se nos estropea todo”

“Esperemos que vuelva la luz porque si no se nos va a estropear todo”, afirma Antonio Iborra a este periódico. Dueño de la conocida heladería que se ubica en plena Plaza Mayor de Valladolid.

“Muchos negocios están dejando de facturar. Se estropea todo el producto. Esto es muy duro y va a haber muchas pérdidas aquí. Espero que esto no dure mucho, por el bien de todos”, añadía nuestro protagonista.

Todo a oscuras y sin saber “si podrán vender o no” en un día que va a ser muy duro para todos los comercios y negocios de Valladolid.

“Es una auténtica faena para todos”, finalizaba Antonio.