
Labores de búsqueda del guardia civil desaparecido en Cantabria
Incertidumbre y desesperación: casi tres meses sin Javier, el guardia civil vallisoletano desaparecido en Cantabria
La Benemérita asegura que no hay novedades y el padre del joven intenta seguir con vida como puede.
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“Vamos tirando poco a poco. No hay ninguna noticia”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Javier Redondo, padre de Javier Gaizka, el guardia civil vallisoletano al que se le perdió el rastro hace casi tres meses.
La desaparición, el pasado 23 de marzo, de Alejandro Aranda, el joven zaragozano cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado 10 de abril, en el río Pisuerga de Valladolid, ha hecho que la desaparición de Javier Gaizka haya quedado en un segundo plano.
“No tenemos ninguna novedad de la desaparición”, añade la Guardia Civil de Cantabria en declaraciones a este periódico, casi tres meses después de que se perdiera el rastro del pucelano.
Fue el pasado miércoles, 5 de febrero, cuando se perdía el rastro de Javier Gaizka Redondo, guardia civil vallisoletano de 42 años, por la zona costera de Isla y Ajo después de que saliera, con sus perros, a pescar.
A las 18.30 horas de ese mismo día arrancaban las labores de búsqueda por la zona para tratar de dar con el paradero del vallisoletano. Se hallaban aparejos de pesca y se daba con el paradero de sus perros, pero ni rastro de él.
Las palabras de su padre a este medio, apenas una semana después de la desaparición, eran duras. Afirmaba que cuando le dieron la noticia de que su hijo había desaparecido se le “cayó el mundo al suelo” y añadía que estaban “desolados” y que “solo deseaban encontrarlo para darle sepultura”.
El desaparecido nació en Valladolid capital y estudió periodismo. Hace seis años y medio ingresaba en la Guardia Civil. Primero, estuvo destinado en Castellón durante seis años y después se marchó a Santoña, donde trabaja en la actualidad.
Hijo único y con dos perros, con los que vivía, era un hombre deportista al que le apasionaba la pesca. Muy querido por todos.
Casi tres meses después, nadie sabe nada, y Javier sigue en paradero desconocido.