“Nos vamos a Pucela”, comentó el presentador de un programa deportivo para hablar de lo que había hecho el Real Valladolid en su partido liguero. “Hombre, eres pucelano”, afirmó otro presentador de un concurso cuando supo la procedencia de uno de los participantes. Y es que todo el mundo sabe que a Valladolid se la conoce también como Pucela, pero seguro que muy pocos saben de dónde procede este apelativo. 

Lo que tenemos claro es que la ciudad de Valladolid fue fundada en el año 1072. Desde entonces a los nacidos en Valladolid se les denomina oficialmente vallisoletanos y vallisoletanas. Eso nadie lo duda, pero, ¿y lo de pucelanos? Dice la leyenda que la primera vez que se vio en prensa fue en una previa deportiva allá por los años 40. Pasaron los años y se recuperó sobre todo en los círculos deportivos. Lo de Pucela, gustaba y mucho.

Pero lo de Pucela no queda claro de dónde viene, y eso es lo que aumenta aún más la magia de esta palabra. Son varias las teorías que pueden explicarlo.

Juana de Arco

La primera historia es una de las más populares, aunque es cierto que no tiene ninguna base histórica, pero queda muy emotiva. Se dice que allá por el siglo XV unos batallones partieron de Valladolid para luchar junto a Juana de Arco contra los ingleses. A Juana se la conocía como la Doncella de Orleans, o lo que es lo mismo, ‘Pucelle d´Orleans’ en su idioma. De ahí que a los caballeros se les conociera como los seguidores de la ‘pucelle’. Los pucelanos. Los historiadores han buscando en los libros pero no hay rastro de este hecho.

Cemento

Otra hipótesis tiene como protagonista al cemento. Sí, como lo oyes. Aunque en este caso el etnógrafo Joaquín Díaz apunta que ‘Pucela’ puede derivar del gentilicio ‘pucelano’ y no al revés. Aunque en este caso la historia es muy reciente. En 1903 se instala la fábrica ‘La Cerámica’, del cántabro Eloy Silió, en el actual barrio de los Vadillos. La calle principal lleva su nombre. Este buen hombre se hizo con la exclusiva de los cementos italianos Pozzuoli, el ‘cemento puzolánico’ o ‘cemento puzolano’; y de ahí se extendió el nombre. Una hipótesis menos épica, pero con más peso.

Pozas

Valladolid cuenta con grandes historiadore y uno de ellos es el director del departamento de Historia Contemporánea de la Universidad de Valladolid y presidente del Ateneo Vallisoletano, Celso Almunia. En este caso él tiene otra teoría. Y relaciona el gentilicio con los ríos que surcan la ciudad. Para Almunia es una auténtica ‘poza’ la unión de los diferentes ríos (Pisuerga, Canal de Castilla y Esgueva) y, precisamente, de ‘poza’ y de su diminutivo ‘pozuela’ pudo haber derivado lo que hoy conocemos como ‘Pucela’.

Pulgas

La última teoría no es histórica y ni siquiera antropológica, es una que sustenta el catedrático César Hernández. Para él, lo de Pucela viene del calificativo despectivo con el que los madrileños se referían a los vallisoletanos cuando la Corte se trasladó a la ciudad del Pisuerga: ‘pulgoso’. Así, del diminutivo ‘pullicella’, de ‘puce’ (pulga),  podría derivar ‘pucelano’. Está claro que está es la menos popular y la que menos nos gusta.