Valdestillas ha vuelto al pasado para disfrutar de la tradicional fiesta de la matanza que, antiguamente, se podía ver en todos los pueblos. Lo hacía bajo una capa de niebla tan característica de la provincia vallisoletana. Pero eso no era excusa para que nadie se quedara en casa y desde las 11:00 horas empezaban vecinos y turistas a acercarse a la Plaza de la Constitución.

Desde esa hora, lo más rápidos podían degustar unas tortas de chicharrón maridadas con café de puchero y orujo. Y, poco rato después, comenzaba la fiesta con el matancero de Matapozuelos Ramón García. Sus manos eran las encargadas de hacer el chamuscado y estazado del animal. Y su voz hacía de hilo conductor de lo que sucedía, porque se encargaba de explicar al público cada paso que daba.

Disfrutando de esta festividad, no había solo personas mayores, sino que había jóvenes, adultos y niños subidos a los brazos de sus padres sin querer perderse ningún detalle. Una actividad que también es “educativa”, según afirma el alcalde de la localidad Alberto Sanz en declaraciones a EL ESPAÑOL- Noticias de Castilla y León.

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Un día que es una “jornada de convivencia” de todo el pueblo. Los más mayores han podido “rememorar parte de su vida con nostalgia e ilusión” y los más pequeños han “aprendido” de las labores que se realizan en las matanzas. Y, como principal protagonista, el pueblo, ya que todos los productos que se han ofrecido tenían sello local.

“Nuestro objetivo es rememorar un día que ha habido siempre en los pueblos. La matanza se ha perdido por muchos motivos. Por comodidad, por la vida que tenemos y también por temas sanitarios. Pero en Valdestillas queremos que quede ese día festivo y que también los niños se den cuenta de que las salchichas y el chorizo no salen de las estanterías del supermercado, sino que hay una labor detrás”, afirma Sanz.

Las sorpresas no acababan en la localidad vallisoletana. Y es que un vecino del pueblo llamado Daniel Serna tenía preparado todo un espectáculo. Es ceramista y ha creado un “horno de papel” para después quemarlo y que saliera una escultura donde se podían ver “relieves con motivos del pueblo”, según ha explicado a este medio.

La escultura del ceramista Daniel Serna con detalles de Valdestillas

Lleva ya 40 años dedicado a ello y mantiene la misma “ilusión del primer día”. Todos se pasaron al otro lado de la plaza para ver qué salía de la gran humareda que se había formado. Y ahí estaba, la escultura de poco más de un metro. Y es que muchos se preguntaban cómo era posible que todo prendiese menos esa obra de arte. La respuesta es que está “preparada previamente y, además, aguanta mucho el calor”.

Los curiosos que se acercaban a la zona no podían levantar la vista de esta escultura con la que después se han fotografiado para guardar un recuerdo de este inmejorable día.

Un rato después tenía lugar la presentación de las jornadas por parte de Santiago Manzano, conocido como ‘El Archiperrero’. Después todos brindaban con una sonrisa de oreja a oreja y degustaban el sabor de los vinos de la DO Rueda en colaboración con las Rutas del Vino de Rueda.

El ceramista Daniel Serna junto a Santiago Manzano, conocido como ‘El Archiperrero’

La hora de comer se acercaba y cada vez se iba animando más la plaza. Los allí presentes han podido degustar el almuerzo matancero. El sabor de la buena panceta y chorizo que todos degustaban con muchas ganas y coincidiendo en su espectacular sabor.

En definitiva, una preciosa experiencia en la que se han mezclado las tradiciones, historia, cultura y, sobre todo, donde las familias han podido disfrutar a lo grande de esta fiesta y todas sus sorpresas.