Laura y Rubén en La Bodeguita

Laura y Rubén en La Bodeguita

Valladolid

La pequeña bodeguita vallisoletana que engatusa con sus bravas y croquetas se apunta un solete Repsol

Rubén y Laura son los dueños de un establecimiento hostelero, de unos 30 metros cuadrados, que es referencia den Valladolid

19 noviembre, 2023 07:00

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Este domingo, 19 de noviembre, EL ESPAÑOL de Castilla y León cierra el círculo. Todo después de visitar primero el Antiguo Merino, después el Solera, más tarde La Alhambra, pasando por el Corral de Comedias para llegar hasta La Bodeguita. Estos son los cinco nuevos soletes de la Guía Repsol que han aterrizado en la ciudad del Pisuerga.

Fue hace unos días cuando la prestigiosa guía otorgaba un total de 350 reconocimientos en forma de solete a otros tantos establecimientos hosteleros a lo largo y ancho de todo el territorio nacional. Todo por su impecable servicio y por deleitar a sus comensales con los mejores y más suculentos platos. Castilla y León conseguía un total de 29 nuevos de estos galardones y Valladolid capital lograba un total de cinco de todos ellos que hemos ido visitando a lo largo de las últimas semanas.

“Emblema de la ciudad por sus buenos vinos y sus tapas de bonito del norte con pimientos, croquetas o bravas. Tradicional y bien ubicado, entre la Plaza Mayor y la Plaza de Poniente de Valladolid”, asegura la Guía Repsol a través de su web, compartiendo las esencias de La Bodeguita, uno de los sitios de referencia de la ciudad del Pisuerga para disfrutar de un buen bocado con el mejor vino, cerveza o refresco al lado.

La Bodeguita 2

La Bodeguita 2

Queremos consolidarnos como una referencia en lo que a los vinos se refiere en Valladolid. Ese es el objetivo que nos marcamos a corto plazo. Por eso hemos creado, en las últimas semanas, una carta quincenal que va de vinos a copas especiales, más altos de gama, con referencias de todos los lugares y añadas especiales”, aseguran, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Rubén Bachiller Rosales y Laura Barrado Valdenebro, los dueños del lugar.

Él, nacido en Barcelona y de 35 años. Ella, en Madrid y de 33. Son pareja en la actualidad, viven en Valladolid y quieren seguir llevando a La Bodeguita a lo más alto, tras conseguir un brillante solete.

El premio del solete para La Bodeguita

“Un cliente que leía la prensa nos dijo que nos habían dado un solete. No seguimos mucho estas cosas, pero, la verdad, es que hace ilusión. Al final, este premio por parte de la Guía Repsol busca premiar a los bares como el nuestro, por su innovación y trato al cliente. Siempre está bien recibir un premio”, asegura Rubén.

Él, junto a su pareja, suman casi 10 años de experiencia en el sacrificado mundo de la hostelería. Han trabajado en Barcelona, en Madrid, en cocinas, cafeterías, restaurantes y coctelerías, casi nada. Ahora, ambos llevan cuatro primaveras (abrieron en agosto de 2019) al frente de La Bodeguita, un pequeño local de unos 30 metros cuadrados que se sitúa en la calle Correos número 13 de la capital del Pisuerga.

“Supongo que conseguir este solete puede ser un premio al trabajo bien hecho. Lo que de verdad nos importa es que la gente que nos visite a diario esté contenta. Puede sonar a tópico o a falsa modestia, pero es así. Nosotros intentamos que las personas que nos visitan vuelvan a hacerlo. Que sea difícil encontrar sitio en nuestra barra”, confiesa Laura a este periódico.

No han celebrado la consecución del solete de la Guía Repsol de manera especial pero ahora ven el futuro más iluminado… si cabe.

Uno de los manjares de La Bodeguita

Uno de los manjares de La Bodeguita

La historia de un lugar único

Somos una pareja que hemos trabajado en muchos sitios antes y que lo único que quería era abrir nuestro pequeño negocio familiar para poder vivir de ello. Somos personas sencillas y familiares, creemos que esas son nuestras mejores virtudes”, asegura Laura convencida, empezando a hablar de los inicios de La Bodeguita.

Abrió sus puertas hace cuatro años, un poco antes de la maldita pandemia del coronavirus. Ambo llegaban a una ciudad como Valladolid, que no conocían. Tras mucho buscar, encontraron un local que les gustó y encajó y para delante, en busca de arrancar una aventura que va viento en popa y a toda vela.

“Abrimos cuando estábamos esperando nuestro primer hijo. Justo después llegó el coronavirus y tuvimos que cerrar. Fueron meses muy duros. No sabíamos si íbamos a poder seguir adelante. Nos vimos sin ingresos en casa. Gracias a la ayuda del propietario del local, que nos rebajó el alquiler y a algunos préstamos que solicitamos, pudimos continuar y llegar hasta donde estamos ahora”, confiesa Rubén.

En la actualidad son cuatro en plantilla. Cristina está en cocina, prácticamente desde los inicios y es parte fundamental de la familia. Yolanda, que se ha unido hace poco al equipo, está en la barra y la pareja también curra, de lo lindo. Además, buscan a dos personas más para que La Bodeguita amplíe su número de trabajadores.

Bravas y croquetas

“Somos una tasca. La idea es no perder la esencia de bar normal, del de toda la vida, que tiene sus croquetas, sus bravas, y sus raciones. Todo ello maridado con una gran selección de vinos, tanto nacionales como internacionales. Durante los últimos años hemos ampliado nuestra carta y ahora tenemos más de un centenar de referencias, tanto por copa como por botella”, apunta la pareja.

Los exquisitos platos de La Bodeguita

Los exquisitos platos de La Bodeguita

Lo que más gustan, las croquetas y las patatas bravas. Enamoran por su sabor y por el mimo que ponen nuestros protagonistas a la hora de elaborar estas exquisiteces a sus comensales, que son unos cuantos, porque el lugar tiene trasiego.

El objetivo de La Bodeguita es seguir dando el mejor trato a sus clientes y crecer, día a día, a pesar de que notan el aumento del precio de las materias primas y de la energía.  Sin embargo, La Bodeguita tiene cuerda para rato.