La Junta de Castilla y León informaba el pasado viernes que pondría este 9 de septiembre cuatro nuevas aulas de Infantil y Primaria a funcionar en pequeños municipios de la provincia de Salamanca (Villar de Peralonso), Soria (Villar del Río), Zamora (El Piñero) y en Valladolid, concretamente en el municipio pucelano de Tiedra.

A 55 kilómetros de la capital del Pisuerga se ubica la localidad pucelana, en el extremo más occidental de la unidad territorial que constituyen los Montes o Páramos de Torozos. Es un pueblo que cuenta en la actualidad con 285 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Un municipio que, como nos cuenta su alcalde, Nunilo Gato Pérez, contaba con 3.000 habitantes al finalizar el siglo XIX. La falta de trabajo en el viñedo de la zona propició una despoblación que este conocido pueblo pucelano, como otros muchos de la provincia de Valladolid, está viviendo en sus carnes.

Tiedra afronta, desde este viernes, la reapertura de su colegio. Tras 14 años cerrado como apunta el primer edil. “Los que mejor han acogido la noticia han sido los mayores del pueblo. Tenían su local de la Asociación en el colegio, tras el cierre, y pese a que tendrán que ser trasladados al bajo del Ayuntamiento no han pensado en ellos sino en el futuro del pueblo”, añade el alcalde. 

Más de una década cerrado

“El colegio no se cerró, hace 14 años, por falta de alumnos. Teníamos entre diez y doce. Las madres, por aquel entonces, consideraban que sus hijos estaban mejor atendidos en el Centro Comarcal de Mota del Marqués y por eso los llevaron allí”, explica Nunilo Gato, alcalde del municipio vallisoletano, desde hace 28 años, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Ahora, explica, los familiares consideran que es mejor que “sus hijos estén escolarizados en Tiedra”. Lo decidieron en el mes de mayo y, a partir de esta fecha, el regidor se puso en contacto con la Dirección Provincial de Educación que le trasladó al alcalde que para que el aula se abriera “debía de haber cuatro alumnos” y “una promesa de mantenimiento” en el futuro.

Aula que reabre en Tiedra Esther Fuertes. Ayuntamiento de Tiedra

“Este año entrarán cuatro pequeños de Educación Infantil de 3,4,6 y 8 años. Para el próximo curso se incorporarán otros dos. El futuro está garantizado y queremos seguir creciendo, en número para garantizar que el colegio esté activo todo este tiempo”, explica el alcalde.

Un aparejador visitó las instalaciones, ubicadas en la calle Santa María, para ver cómo estaba la escuela. El edificio se encontraba en buenas condiciones, pero había que afrontar unas obras para adaptar los servicios. Bajar los lavabos y el inodoro para los pequeños y adecuar la rampa de acceso para cumplir con la normativa del 8% de pendiente.

“Me comprometí a realizar esas obras. Si lo hacía, el aula se abría. Entre julio y agosto se acometieron estos trabajos para que este viernes, 9 de septiembre, hayamos abierto con normalidad”, añade el alcalde. 

La importancia de reabrir

El primer edil nos explica que se trata de un edificio construido en 1929. Faltan siete años para el centenario. “Es el ejemplo de las escuelas de la República. De modelo neomudéjar, de ladrillo. Una arquitectura muy bonita”, apunta el alcalde. El aula formará parte del CRA ‘La Besana’ (Colegio Rural Agrupado) con cabecera en Mota del Marqués. 

“Lo más importante es que recuperamos un servicio local. Hay gente que se pregunta si no estaban mejor en Mota o si el gasto va a ser grande para contratar al profesor, al personal de limpieza y demás, pero esto tiene el componente psicológico de decir que todavía hay vida en el pueblo y mientras hay vida hay esperanza”, explica emocionado, por lo que llevaba vivido en el pueblo y por todo lo que ha visto, nuestro entrevistado.

Las personas mayores, pese a que ahora tendrán que trasladar su Asociación, son los que mejor se lo han tomado pensando en el futuro, a corto y largo plazo de un pueblo dentro de la España vaciada. “Esta es una de las mayores satisfacciones que me da la reapertura. Que los mayores están contentos y satisfechos porque ahora van a ver críos por las calles. Se cierra un colegio y parece que quitas vida. En cambio, lo abres y todo cambia”, confiesa Nunilo.

El edificio ha sido pintado, de nuevo. La caldera, con su termostato, funcionan y los arreglos de puertas, menores, y demás, ya están a punto. Todo preparado con el mobiliario que viene de Rodilana y está cedido por parte de la Dirección Provincial.

La escuela en Tiedra Esther Fuertes. Ayuntamiento de Tiedra

“La única forma de mantener vivos los pueblos es que los jóvenes trabajen aquí”

“Que se reabran centros educativos en distintos municipios de Castilla y León me parece positivo también para luchar contra nuestro principal problema, el de la despoblación, que tan en riesgo está poniendo a muchos pueblos”, añade.

El futuro del mundo rural lo ve “difícil” ya que “la tendencia de la gente joven no es a quedarse en los pueblos”. “La única forma de mantenerlos vivos es haciendo que los jóvenes se queden y trabajen aquí”, apunta.

También señala que “necesitan ofrecer servicios sanitarios y educativos” y también “conseguir que Internet llegue con la misma velocidad al medio rural que a las ciudades”. “Esto es lo que tiene que intentar la Junta de Castilla y León. Mientras no invirtamos en servicios y concienciemos a la gente, vamos mal”, finaliza.

De momento, hoy, toca dejar a un lado lo malo y centrarse en lo bueno: el corazón del colegio de Tiedra vuelve a latir.