“Me avisó un amigo de que mi gesto había tenido mucha repercusión. Fue una bola que creció y creció. No me lo esperaba. Me mandaron un mensaje diciendo que estaba en las redes sociales y no me lo creía”, asegura en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Carlos Vega Alonso.

Él es el propietario de la Cafetería Mozart. Lleva 40 años en el mundo de la hostelería 35 de ellos en un local que se ubica en la calle López Gómez de la ciudad del Pisuerga. Amante del deporte. No en vano su mujer e hijos enseñan a los pequeños que se inscriben en los clubes de fútbol base de la ciudad como el Arces o el Delicias.

Carlos se ha hecho viral. Todo por su gesto del pasado sábado, 27 de agosto, cuando un cliente, que marchaba sin cartera, le pidió un café que no tuvo que pagar finalmente por el acto de solidaridad de este hostelero. “Es algo habitual que pasa con frecuencia. No le doy mayor importancia”, asegura quitando hierro al asunto.

Asunto, el del tuit que se hizo viral, que suma ya más de 8.000 "me gusta" en la red social de Twitter, a fecha de este miércoles, 31 de agosto.

“No estoy acostumbrado a esto. No tengo redes sociales. Vivo el día a día, de mis clientes y de llevar 35 años aquí y cuidarlos. Estos clientes están encantados con mi repercusión y me dan la enhorabuena”, asegura.

“Fue un hombre que no traía dinero. Como muchas veces pasa. Con un “ya me lo darás o pásate cuando puedas se soluciona todo”, añade, antes de explicar que a las pocas horas fue a cenar al restaurante del cliente al que le había entregado ese café. 

Cafetería Mozart

Nuestro protagonista añade que “le sobrepasa” y, entre risas, añade que “vive en los 80” y que “le gusta manejar dinero en efectivo” y “no tiene datáfono”.

Sobre la situación del sector en general y de su negocio en particular, nos cuenta que “lo han pasado muy mal desde la pandemia” y añade que “aún no se ha recuperado”. De cara a las fiestas de Valladolid añade que “le quitan más de lo que le dan” porque la suya es una cafetería más de invierno. “Vivo de los vecinos, de la clientela de siempre y de la Universidad, cuando están los estudiantes”, explica.

“Si este gesto sirve para que la gente se conciencie de la importancia de ser solidario, perfecto”, finaliza.

Un gesto que sigue acumulando “me gustas” en las redes sociales.