El 23 de abril de 1563 se colocaba la primera piedra del Monasterio del Escorial. Un día en el que no estuvo presente, ni siquiera Felipe II. Para el recuerdo ha quedado la frase “esto va a durar más que las obras de El Escorial” y es que el emblema patrimonial madrileño vio como su construcción duró 21 años. Posteriormente se añadieron edificaciones aledañas que prolongarían, aún más, este tiempo.

El vallisoletano, de Villanueva del Campo en la provincia de Valladolid, Ángel Rodríguez Escarda, ha comenzado con la construcción de la maqueta de un emblema español. Lo hizo hace ocho meses y espera que su elaboración, de 13 metros cuadrados de tamaño, esté finalizada en el año 2027, coincidiendo con el V centenario del nacimiento de Felipe II.

“Visité hace un mes El Escorial. Un sábado estuve allí. Me pareció algo increíble que me anima a seguir con mi obra”, cuenta Ángel en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, en su taller, en pleno centro de Valladolid, en la calle Felipe II, curiosamente, cerca del Palacio de Pimentel de la Diputación pucelana.

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El Escorial, barcos e iglesias

“Primero hice una batería de barcos de madera con todas las banderas de los países miembros de la Unión Europea. Después la Iglesia de El Salvador de Villanueva del Campo y luego me adentré en la construcción de El Escorial porque se me habían quedado pequeños los dos proyectos anteriores, acabados en apenas cuatro meses”, nos cuenta este lijador, de 62 años, que suma 43 en la profesión.

Los barcos, cuando arrancó la pandemia, en marzo de 2020, la iglesia, de valor incalculable para su pueblo, en 2021 y después un proyecto mucho más grande, como el de la construcción del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial con el que comenzó hace ocho meses.

“Mi idea pasaba por realizar la maqueta en un local de Delicias, pero como estaba haciendo cosas de Felipe II busqué locales en esta calle de Valladolid, cerca de San Pablo, y al final, tras cuatro meses de búsqueda conseguí establecer mi centro de trabajo aquí”, asegura este “mago de la madera”.

Los barcos de madera realizados por Ángel

Ángel, que lleva ya ocho meses trabajando en su maqueta de El Escorial, no duda en asegurar que fue la pandemia y el tiempo libre que tuvo desde entonces, lo que le hizo comenzar a hacer este tipo de objetos de valor incalculable y únicos.

En busca del Récord Guinness

“Tengo pensado acabar con la maqueta el día que Felipe II hace los 500 años desde su nacimiento, en el año 2027. Antes no voy a poder porque dentro de un mes comenzaré a trabajar y tendré menos tiempo”, añade nuestro entrevistado que confiesa que además ha construido una especie de “apartamento” en el local para dormir cuando el trabajo se prolongue hasta altas horas de la noche.

La maqueta de El Escorial de Ángel

El de Villanueva del Campo no duda en asegurar que busca “el Récord Guinness” a la hora de elaborar la maqueta con el mayor número de piezas de la historia. Asegura que esta, al final, medirá 13 metros cuadrados y que “todo está hecho con piezas de madera” aunque tiene en mente “hacer los tejados con pizarra”.

“No tengo controlado el número de piezas que he utilizado hasta la fecha. El proyecto va avanzado, pero calculo que llevo la décima parte de la maqueta. Poco a poco, despacito y con buena letra”, asegura Ángel.

Una lección para la gente joven

Lijador y parquetista, nuestro entrevistado no duda en asegurar que su profesión le ayuda a la hora de avanzar con este proyecto, sobre todo, a la hora de manejar la máquina. “Tengo una de hace 40 años y nunca me ha tocado un dedo, ni nada. Es una herramienta mágica”, nos confiesa.

“Con este proyecto busco que la gente joven, que tanto maneja los móviles y las nuevas tecnologías, den más importancia a lo manual y a lo artesano. A medida que voy avanzando con el proyecto siento que quiero revivir la historia que tenemos en este país, que es la más grande y de la que nadie habla ni se acuerda de ella”, añade.

Además, busca ensalzar la función de la madera “más noble” que sirve para “que el ser humano se funda con la naturaleza”. “Me gustaría que todo el mundo tocara madera y disfrutara de ella”, añade.

Ángel trabajando en su taller

Ángel sigue trabajando para sacar adelante este brillante proyecto en menos de 21 años para desmontar el mito y el dicho: “dura más que la obra de El Escorial”, que tantas veces acompaña a esta joya del patrimonio español.