PACMA ha iniciado un contencioso contra el conocido Toro Jubilo, el único toro de fuego o toro embolado que se celebra en Castilla y León, cuya celebración está prevista para este sábado 11 de noviembre en la localidad soriana de Medinaceli.

De este modo, ha presentado un recurso ante el Juzgado de lo contencioso-administrativo Nº1 de Soria con la pretensión de evitar que se repita la muerte que sufrió el animal en la última celebración del festejo, paralizándolo de manera cautelar. 

Así lo ha dado a conocer el Partido Animalista mediante un comunicado que han lanzado cuando todavía ni ha pasado una semana desde que anunció la convocatoria de una concentración el próximo sábado 11 de noviembre en Medinaceli para protestar por el Toro Jubilo por "las extremas condiciones" a las que someten al animal. 

Para los animalistas, este tipo de espectáculos "exceden de lo que el Reglamento permite hacer a los animales en los festejos populares". 

Y es que, al igual que ya hizo con el regreso del Torneo del Toro de la Vega en 2022, PACMA ha estudiado la regulación del espectáculo del Toro Jubilo, logrando identificar irregularidades similares a las que se detectaron con el famoso y polémico torneo de Tordesillas y que, según la formación, implican, igualmente, que el espectáculo lleve años celebrándose de manera ilegal. 

En este sentido, el Partido Animalista establece que si la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Soria archivó la denuncia alegando la ausencia de infracciones, entonces la normativa que regula el evento podría permitir acciones que resulten mortales para el animal, a pesar de estar prohibida su muerte en público.

Así, denuncian el contenido de un vídeo en el que se puede ver el sufrimiento de un animal que, según PACMA, "ya desde el inicio se resistía dando fuertes cabezazos y emitiendo bramidos de angustia y de dolor, jadeando, con la lengua fuera y la boca ensangrentada". "De su cornamenta prendida se desprendían multitud de trozos de estopa incandescentes, que le caían sobre la cara y el cuerpo", añaden. 

Desde PACMA también critican que en lugar de prestar atención veterinaria al animal cuando este se desplomó, "sólo se afanaron por retirarlo lo antes posible, tirando fuertemente de la soga amarrada a sus cuernos y de su rabo". "A la organización solo le preocupó retirar lo antes posible el cuerpo de la vista de los asistentes para evitar sanciones, dado que la legislación autonómica prohíbe la muerte de los toros en presencia de público, en los espectáculos taurinos populares y tradicionales", explican. 

Finalmente, PACMA sostiene que el Toro de Medinaceli ha podido celebrarse hasta ahora porque tenía la consideración de espectáculo tradicional, con una antigüedad demostrada de más de 200 años. Sin embargo, para poder mantener esa declaración de tradicional, cualquier modificación de su normativa reguladora debe seguir un estricto procedimiento, establecido en la normativa autonómica que, según el Partido Animalista, el Ayuntamiento de Medinaceli no siguió tras una modificación realizada en 2015. Por ello, consideran que el festejo perdió en ese momento esa declaración y que, por tanto, todos estos años se ha estado celebrado "de manera ilegal".