Han pasado ya casi ocho meses desde que el barrio de El Llano, en Gijón, amaneciera el pasado 31 de octubre con la trágica noticia de que Olivia, una pequeña de seis años, falleciera tras ingerir barbitúricos que fueron administrados por la propia madre que era detenida horas después por la Policía Nacional.

La conmoción se trasladó desde Gijón y hasta la localidad segoviana de Torrecaballeros. Fue un jarro de agua fría la noticia allí, lugar en el que viven los padres de Eugenio García, el padre de la criatura que fallecía cuando le quedaba aún toda la vida por delante, con esos escasos seis añitos.

El pleno del Ayuntamiento del municipio segoviano, en la sesión plenaria del pasado 28 de abril, aprobaba, por unanimidad, la denominación honorífica de la zona deportiva situada en el Camino del Caserío como ‘Complejo Deportivo Pirata Olivia’.

Un nombre, como señalaban desde el consistorio del pueblo segoviano, que sirve para “recordar para siempre a nuestra querida Olivia” y para que “no cese jamás el clamor para que no vuelva a ocurrir algo así nunca más”.

El Ayuntamiento anunciaba el pasado miércoles, 21 de junio, que, en contacto directo con la familia de Olivia, habían organizado un pequeño acto de homenaje para este viernes, a las 20 horas en un acto preparado con el “máximo cariño y el máximo respeto” para recordar a la pequeña fallecida.

Una acción que acabó siendo multitudinaria. Nadie quiso faltar en Torrecaballeros a este homenaje a Olivia en el que, además, se estrenó un barco en honor a la pequeña que es el hilo directo del pueblo con la menor. Un hilo que será eterno.

“Gracias a todos los que habéis asistido al sencillo acto con el que hemos querido trasladar nuestro apoyo a la toda la familia y con el que hemos querido decir alto y claro que algo así no puede volver a ocurrir jamás”, aseguraban desde el consistorio.